Grupos de hombres armados secuestraron ayer en Mosul al arzobispo Basile Georges Casmoussa, de 66 años, de la Iglesia Católica Siria.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad, pero el Vaticano calificó el secuestro de una acción terrorista.
Violentas incursiones en Iraq dejaron ayer al menos 60 muertos, entre ellos unos 8 guardias nacionales iraquíes.
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El viceprimer ministro iraquí, Barham Saleh, afirmó que el gobierno de su país “se preparaba para lo peor” durante las elecciones generales del próximo 30 de enero, mientras que en catorce países se inició la inscripción de iraquíes para participar en las votaciones.