La Policía Judicial de Pichincha presentó oficialmente esta mañana a los implicados en el asesinato del capitán Franklin Vega y Norma Falconí, secretaria de la brigada de automotores, quienes fueron asesinados hace dos años en Quito, supuestamente por una venganza.

Vega y Falconí desaparecieron el jueves 24 de julio del 2003 luego de que ambos salieran de las oficinas de la Policía Judicial de Pichincha, en las calles Juan León Mera y Roca, para dirigirse a sus domicilios, adonde nunca llegaron.

Sus cuerpos fueron localizados tres días después en un carro Volkswagen Gol perteneciente al GAO, en el camino que conduce a la población de Lumbisí, situada al nororiente de la capital.

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Una reconstrucción de los hechos fue solo el inicio de las indagaciones fiscales y policiales que determinaron la vinculación directa de los tres sujetos hallados -cuyos nombres no fueron revelados- como partícipes en la muerte del capitán de Policía y la funcionaria fiscal.

El móvil del crimen, a decir de los supuestos asesinos, se debe a que en aquella época el capitán Vega, segundo jefe del Grupo de Apoyo Operacional de la Policía (GAO), desarticuló muchas bandas delincuenciales que asolaban la capital ecuatoriana.

Cuando fueron cuestionados por el reportero de TC Televisión, los supuestos asesinos se negaron a hacer declaración alguna. Sin embargo, a la hora de la reconstrucción de los hechos, contaron a las autoridades la forma en que dejaron los cuerpos dentro del vehículo.

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De acuerdo al noticiero, los sujetos eran miembros de una peligrosa banda de asaltantes que mató un gendarme en la gasolinera de Petroecuador y secuestró a varias personas antes de entregarse a la justicia.

La muerte de Vega y Falconí fue finalmente resuelta luego de un año y medio de investigaciones. No obstante, quedan prófugos Alberto Ayala, Gruber Camacho y Verónica Cadena, quienes son implicados en este caso.

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Además, la Policía presentó a los involucrados en el asalto a la Cooperativa Ambato, quienes junto a los del anterior caso fueron llevados a prisión.