Aída Valencia, de 20 años, es delgada, sin embargo, solo cuando llega la temporada playera se motiva a ingresar a un gimnasio para tonificar algunas partes de su cuerpo.

Ella induce a sus amigas para que también ejerciten su físico. Este año le tocó a Helen Duarte, de 21 años, quien también es delgada  y se somete a los mismos ejercicios que Valencia en un gimnasio cercano de la casa de ambas.

Como ellas, decenas de hombres y mujeres de la ciudad “acuden entre enero y abril, son los meses de mayor ganancia en los gimnasios”, enfatiza Paola Betancourt, instructora y dueña del lugar de ejercicio Century, situado en la Av. José Vicente Trujillo entre Antepara y la Av. Veinticinco de Julio.

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En su local, dice, quienes más se entusiasman son las mujeres, pese a que hay un equivalente de 50% de “jovencitas y señoras” y otro 50% de “jovencitos y señores”. Expresa que hay quienes quieren ver resultados rápidos por lo que mantienen sesiones prolongadas de ejercicios.

Las mujeres, por ejemplo, prefieren la rutina denominada full body, que surgió en el 2004 y mezcla el baile, salto, correteo y combate.

También se practican otras rutinas, como el tae bo, el step, los aeróbicos y las máquinas de ejercicios.

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Douglas Valencia, instructor del gimnasio Taurus (Rumichaca y Luis Urdaneta), señala que “hay muchas personas equivocadas, que piensan que con un mes de ejercicios van a bajar los rollitos que tienen o a eliminar la celulitis”.

Agrega que, aunque el cambio se empieza a ver en este tiempo, los resultados reales se notan a los tres meses.

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Sara Carpio, cliente de Taurus, dice que efectúa ejercicios desde hace casi dos años y que cuando llega invierno aumenta su jornada de gimnasia. “Me gusta mantenerme en forma, sobre todo, por mi salud, aunque sé que también tienes que verte bien cuando te vas a la playa”, acota.

Fortalecer abdomen
Betancourt sostiene que a su local llegan mujeres “pasaditas de peso” que eligen contrarrestar el exceso de abdomen mediante la práctica diaria de abdominales “porque la mayoría me dice que utiliza trajes de baño de dos piezas”.

La instructora del Century comenta que el incremento de personas en su negocio, durante temporada playera, es del 100%. Si normalmente tiene un promedio de 100 personas en el año, de enero a abril aumenta a 200.

Otro gusto de las mujeres es  reducir caderas y fortalecer glúteos y piernas, manifiesta David Alvarado, instructor y dueño de Long Life Gym, ubicado en Sauces VI. Mientras que los varones buscan endurecer el abdomen, las piernas y los brazos. Esta última parte del cuerpo es la más común que trabajan los hombres, agrega Betancourt.

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Los horarios de mayor  afluencia de personas en los gimnasios son de 06h00 a 08h00 y de 17h00 a 21h00, asegura Douglas Valencia. Con él coinciden Alvarado y Betancourt porque –afirman– gran parte de sus clientes trabajan.

Carlos Cárdenas, de 33 años e ingeniero civil, indica que su afición por entrenar su cuerpo nació para una temporada playera, cuando tenía 22 años. “Vi a mis amigos sacar músculos y me prometí estar como ellos. Al principio me costó, sin embargo, luego se me hizo fácil ejercitarme y ahora me es normal hacer mi rutina en las máquinas”.

Betancourt añade que para atraer más clientes para la temporada de playa ella y los demás dueños de gimnasios se ingenian promociones. Todas ellas consisten en reducir los costos, debido a la competencia que hay, indica Betancourt.

Señaló que así fue como conquistaron a Aída Valencia, quien ingresó al gimnasio donde recibe clases mediante la sugerencia de una conocida. Actualmente la joven se esfuerza durante todas las tardes y noches, pues   espera atraer más miradas en la temporada playera del 2005.