Varios miles de personas acudieron esta tarde en la localidad toscana de Castiglion Fiorentino, para dar el último adiós al piloto italiano Fabrizio Meoni, quien fue dos veces campeón del Dakar (Motociclismo), quien fue enterrado en su pueblo natal.
 
El cadáver de Fabrizio Meoni, que llegó anoche a su localidad natal ya fue recibido por miles de personas que se acercaron durante toda la noche a la iglesia donde se ubicó el féretro para mostrarle su respeto.
 
Una presencia que aumentó a la hora del funeral, oficiado en la pequeña iglesia de Madonna dei Rivaio, que no fue suficiente para acoger a todos los amigos, conocidos y paisanos que han querido rendir homenaje a Meoni.
 
Y es que, prácticamente todo el pueblo de Castiglion Fiorentino, cuyo alcalde había decretado jornada de luto y banderas a media asta en homenaje al fallecido, acudió a despedir a "su campeón".
 
La ceremonia, en medio de la lógica conmoción de los presentes y especialmente de su esposa (Elena) y sus hijos (Yuri y Chiara), ha sido celebrada por el párroco de la iglesia y el padre Buresti, párroco de Meoni desde que este era niño y con el que desde hacía tiempo colaboraba en obras benéficas, especialmente dirigidas a niños africanos.
 
Tanto el padre Buresti como el alcalde de la localidad, como homenaje a Meoni, han anunciado que continuarán con las obras benéficas que el dos veces campeón del Dakar tenía en marcha.
 
El padre Buresti, en su alocución, destacó no sólo la importancia de Meoni como deportista, sino también su empeño por mostrar la realidad de la pobreza de África.
 
A la conclusión de la ceremonia, y en medido de la multitud que se encontraba en las calles, el ataúd con los restos de Meoni, sobre el que colocaron su casco del Dakar y las banderas italiana y de la Federación de Motociclismo, fue transportado a hombros de sus amigos del moto-club de Castiglion Fiorentino hasta el cementerio.
 
Allí recibió sepultura y el último adiós de los miles de personas que han querido estar junto a Meoni en su "último viaje".