La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) acusó al Gobierno de fomentar la división entre las comunidades asentadas en la Amazonía con el fin de aplacar las protestas contra las empresas petroleras.
 
El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, denunció que el Ejecutivo ha logrado formar un grupo de 300 personas para dividir y controlar a su filial, la Confederación de Nacionalidades Indígenas Amazónicas (Confeniae).
 
Iza responsabilizó al Gobierno del presidente Lucio Gutiérrez de fomentar la violencia entre las comunidades amazónicas "para favorecer la existencia de dirigentes dóciles en la Confeniae que posibiliten la expansión de la frontera petrolera en favor de las trasnacionales".
 
El líder de la Conaie identificó al dirigente José Quenamá y al ministro de Bienestar Social, Antonio Vargas, de instigar la división y de ocupar de forma arbitraria la sede de la Confeniae.
 
"Los hechos se desarrollaron sin violencia, pero se teme que el Gobierno incite a un choque entre las nacionalidades y los pueblos amazónicos que se resisten a la explotación petrolera", subrayó Iza.
 
Recordó que Vargas fue un antiguo dirigente de la Conaie, ahora separado de sus filas por "divisionista y haberse sometido al Gobierno de Gutiérrez".
 
Iza acusó al viceministro de Bienestar Social, Bolívar González, de "actuar como jefe paramilitar" en la ocupación de la sede de la Confeniae.
 
El presidente de la Conaie dijo que algunas comunidades, sobre todo las asentadas en el sector de Sarayacu, así como otros colectivos quechuas, seguirán oponiéndose a las actividades petroleras en la Amazonía.
 
"De los posibles hechos de violencia que se puedan suscitar, responsabilizamos al Gobierno, ya que al parecer actúa como jefe paramilitar el subsecretario de Bienestar Social, Bolívar González", insistió Iza.
 
La Conaie acusó también a Quenamá de corrupción y de usar dineros públicos para comprar las conciencias de ciertos dirigentes amazónicos con el fin de avalar una reunión fraguada de la Confeniae, en la que se elegirían a las nuevas autoridades de ese colectivo.
 
"Se están entregando 20 dólares diarios a cada miembro de las nacionalidades amazónicas y a varios colonos de la Amazonía para que concurran a este evento", denunció el presidente de la Conaie.
 
Según Iza, el Gobierno, con el apoyo de varios indígenas separados de su organización, pretenden constituir "otra Conaie", bajo el supuesto de "depurar" a los actuales dirigentes.
 
"El trasfondo de esto es la intención del Gobierno de favorecer la explotación petrolera sin resistencia indígena en la región amazónica del sureste" del país, añadió Iza.
 
Además, desmintió el "supuesto secuestro de Antonio Vargas", que el fin de semana pasado denunció que varios indígenas le habían retenido contra su voluntad.
 
"No vamos a caer en la provocación" del Gobierno, precisó Iza al explicar que las etnias "kichwas", "shuar" y "achuar", asentadas en la Amazonía, se movilizarán para defender sus derechos y oponerse a las manipulaciones del gobierno.