Funcionarios del Municipio de Guayaquil realizaron ayer una inspección al inmueble de dos pisos donde funcionaba una fábrica de juegos pirotécnicos, ubicada en la cooperativa Guayas y Quil del Guasmo Sur, que explotó el lunes pasado y dejó seis muertos y un herido.

Galo Moreira, funcionario de la Dirección de Urbanismo del cabildo, indicó que la diligencia se trató de una evaluación técnica para recomendar si se puede reconstruir la vivienda o es preferible demolerla.

“Vamos a elaborar un informe lo más pronto posible sobre lo que hemos visto y se lo presentará en la Municipalidad para que ahí se decida lo que hay que hacer”, especificó el funcionario.

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Nicolás Leoncio Rodríguez, uno de los vecinos afectados por la explosión, expresó que desde el jueves pasado se presentaron albañiles que venían de parte de Víctor Vásconez, dueño del inmueble donde se confeccionaban los elevadores, un juego pirotécnico utilizado en las camaroneras para espantar aves.

“Por medio de la cuñada del vecino (Vásconez), acordamos que íbamos a pagar a medias los arreglos de mi casa, y por consideración a don Víctor acepté y ya están trabajando”, indicó Rodríguez.

Producto de la explosión fallecieron: Eladio Máximo Chóez Cajape, de 40 años; Santiago Morales Vásconez, de 21; John Morales Suárez (40), Samuel Soriano (22), Manuel Bolaños (47) y Segundo Guamán (35). Martín Araujo Fajardo (40) resultó con quemaduras de gravedad y permanece en el hospital Luis Vernaza.

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El propietario de la casa que estalló, cuyo paradero se desconoce, laboraba en la actividad de los fuegos artificiales desde 1996 con un permiso concedido por las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil a nombre de Luis Felipe Carbo Ramos.