En un callejón del bulevar Olmedo, en el sector de la Bahía, el denominado regateo y la ola de personas por adquirir  ventiladores no cesan.

Allí, según los comerciantes, cientos de personas agobiadas por el calor, que afecta a la ciudad en estas semanas, acuden diariamente con el fin de comprar este electrodoméstico, que es muy solicitado en época invernal.

Las anécdotas que experimentan los compradores en este sector son muchas. Algunos solo van a observar el producto, otros lo compran y en ocasiones hasta son engañados por falsos vendedores. 

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Jaime Montenegro acudió la primera semana de enero a comprar un artefacto, pero según cuenta un comerciante lo estafó.

“Yo  fui a la Bahía para adquirir un ventilador y un sujeto me vendió un extractor de aire dañado en $ 35”, dice Montenegro.

Este hecho sorprendió al habitante de la 17 y Gómez Rendón, quien al verse engañado acudió nuevamente en compañía de un amigo para que le devolvieran el dinero o que le dieran otro ventilador.  Ya en el sitio, Montenegro no pudo encontrar al estafador, pero luego de conversaciones acaloradas con el dueño del local prefirió no extender el problema y dio $ 10 más para un nuevo aparato. José Miño, amigo de Montenegro, aprovechó esta situación y también llevó uno a su casa, ubicada en la 20 y Cuenca. 

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En otro caso, no tan polémico, José Laugier acudió con su hijo para regalarle un ventilador. Él manifiesta que el cuarto de su primogénito  es muy caluroso. 

A lo largo de la Av. Olmedo hay cerca de diez locales que se dedican a este negocio y  según Arnulfo Solís, dueño de uno de ellos, manifiesta que durante estos primeros días de enero ha vendido cerca de 60 ventiladores.  Así como él, otros comerciantes aducen que “los precios son cómodos y que los compradores tienen derecho al regateo”.

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Ese derecho se hizo realidad para Alexandra Peñafiel, de 52 años. Ella acudió con su esposo y después de casi dos horas de recorrer la Bahía encontró un ventilador en $ 22, que en primera instancia se lo ofrecían en $ 30.

Los ventiladores más solicitados son los pequeños y que funcionan a  pilas. Estos se los comercializa en $ 9 y los compradores son, en su mayoría, oficinistas.

Los extractores de aire se venden entre 25 y  30 dólares, aproximadamente.