El número total de muertos por la tragedia en el océano Índico superaba ayer los 156.000, de los cuales más de 100.000 en Indonesia, mientras las grandes potencias aceptaban una moratoria en el reembolso de la deuda de los países afectados.

Dos días después de una cumbre sobre la catástrofe en Indonesia, varios de los líderes mundiales viajaron a Sri Lanka, el segundo país más golpeado, donde una prolongada guerra entre el gobierno y los guerrilleros tamiles obstaculiza los esfuerzos internacionales de ayuda.

El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan y el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, visitaron ayer el este de Sri Lanka.

Publicidad

Las constantes visitas de dignatarios a la costa de la provincia indonesia de Aceh están saturando el pequeño aeropuerto principal de la región, lo que vuelve más lenta la distribución de ayuda urgente, señalaron ayer trabajadores humanitarios.

El viernes pasado, el G7, grupo de los siete países más industrializados del mundo, acordó postergar el reembolso de la deuda de las naciones asiáticas afectadas por el maremoto.

El Grupo instó al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional a evaluar de forma completa las necesidades financieras para la reconstrucción de esas naciones.

Publicidad

En Portugal, la geóloga Paula Teves Costa, del Centro de Geofísica, anunció que hay 95%  de posibilidades de que en  200 años un gran terremoto afecte a Lisboa y parte de la Península Ibérica.