Tropas norteamericanas mataron a tres civiles y a dos policías iraquíes tras ser atacadas en un puesto de control al sur de Bagdad, informaron hoy fuentes de seguridad del Gobierno interino del primer ministro, Iyad Alaui.
 
Las fuentes precisaron que las víctimas no tenían relación con la explosión que hubo poco antes en la carretera al paso del convoy en que el viajaban los soldados estadounidenses.
 
El incidente, que se produjo el sábado en la localidad de Yusufiya, tuvo lugar un día después de que catorce civiles murieran en un bombardeo norteamericano en la población de Aitha, cercana a Mosul, norte de Iraq.
 
Las víctimas habitaban una casa que resultó alcanzada por error en un ataque aéreo estadounidense sobre esa zona, reconocieron portavoces militares del país norteamericano.
 
Según observadores locales, este tipo de incidentes se deben a la extrema dureza con que las fuerzas norteamericanas han comenzado a responder a los ataques de la insurgencia, lo que a veces les conduce a confundir los objetivos.
 
Ambos sucesos se enmarcan en la campaña desplegada por las tropas estadounidenses en todo Iraq ante la espiral de violencia desatada por los insurgentes con el propósito de impedir la celebración el próximo día 30 de las primeras elecciones legislativas tras la caída del régimen de Sadam Husein.