A partir de su anuncio, el 9 de enero del 2000, la dolarización obligó a la población a cambiar sus hábitos de consumo. Pese a que algunas autoridades prometieron la estabilidad inmediata: inflación y tasas de interés, que se habían disparado por la crisis, bajarían “en cuestión de meses” a un dígito, la realidad de entonces se impuso.

‘Ratas... rompió el récord, pero no venció al dólar’. Con ese título, EL UNIVERSO publicó, el 11 de enero, dos días después del anuncio oficial de la dolarización, un artículo en el que reflejaba la inestabilidad del sucre, los temores y las sorpresas.

Tras dos semanas en cartelera, la película llenó las salas de Quito y Guayaquil, pero a la hora de hacer cuentas, a su director, Sebastián Cordero, no le quedó otra que resignarse. Una recaudación de 420 millones de sucres a esa fecha representaba apenas el 8,4% de su costo real: 200 mil dólares o 5.000 millones de sucres.

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“Con la subida de la divisa el costo del boleto ha bajado a menos de 1,5 dólares. Ahora se requieren 200 mil espectadores para recuperar la inversión”, dijo Cordero.

Los dirigentes de fútbol también revisaron sus presupuestos. El Nacional se armó con un dólar previsto en 20.000 sucres. Rodrigo Paz, de la Liga de Quito, se lamentaba del costo que tendrían los contratos extranjeros; mientras Francisco Chiriboga, presidente del Deportivo Quito, proponía mantener las entradas al estadio en 30 mil, 50 mil y 70 mil sucres “o su equivalente en dólares”.

En cambio, a Leonardo Escobar, actual ministro de Agricultura, en ese entonces dirigente de Emelec, le agradó la nueva moneda. “Es mejor que se marque una pauta a estar esperando que el dólar a fin de año termine en 40 mil o 50 mil sucres”.

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CAMBIOS

INGRESOS
En enero del 2000, el monto del salario básico pasó de 1’336.667 sucres a 53,4 dólares.

GAS
El cilindro de gas de uso doméstico pasó de 25.000 sucres a $ 1. Luego, en diciembre del 2000, se ubicó en $ 2; y en febrero del 2001, en $ 1,60.

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PASAJE
El costo del pasaje para transporte público de pasajeros que en enero costó 1.800 sucres, el selectivo; 1.000 sucres, el popular; y 2.500 la taxirruta, se convirtió en 8, 4 y 10 centavos de dólar respectivamente.

CONSEJO
Apenas aplicado el nuevo sistema, las autoridades recomendaron “cuidar el billete”, para evitar su deterioro, pues el cambio de ejemplares implicaba un costo para el Estado.