Las pocas empresas de semillas que multiplican y distribuyen  material certificado de arroz y maíz garantizan, si no se regularizan las lluvias, una venta muy superior a la de los tres últimos años  (arroz 50% y maíz 20%) y cercana al récord registrado en los años 1997 y 1998, en esta primera campaña del 2005.

“A pesar de no haber tenido el acceso a créditos los productores hemos hecho un gran esfuerzo para sacar  esa producción, por lo que sería un gran desatino pensar en una importación y no pelear por una buena negociación en el TLC, ya que desestimularían totalmente al sector”, recalcó Javier Icaza, arrocero de Taura, en Guayas.

Walter Poveda, presidente de Corpcom, Corporación que representa a buena parte de los industriales del arroz, manifestó que el país estará abastecido hasta el mes de marzo y si el  invierno favorece, empatarán las existencias con la siguiente cosecha.

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Monitoreo de existencias hecho en diciembre por técnicos del Ministerio de Agricultura, indica que  hay  por cosechar de enero a marzo del 2005 un área de 33.500 hectáreas, equivalente a  un millón  y medio de quintales de arroz pilado.

En las piladoras se calcula un inventario de millón y medio de quintales  y aunque no se sabe cuál es  el consumo interno exacto del cereal,  Poveda lo estimó en 40.000 toneladas mensuales, con lo que  los tres millones de sacos alcanzan para tres meses y por eso hablar de importar en este instante sería prematuro, indicó.