Las tareas de control de plagas terrestres y de la reserva marina están en riesgo en las islas Galápagos, por cuanto a 150 de los 226 guardaparques contratados no se les renovó su permanencia en la entidad, desde el 1 de enero pasado.

El director del Parque Nacional Galápagos (PNG), Marco Hoyos, aceptó que hubo una reducción de personal, pero dijo que desconoce la cifra exacta de personas que quedaron fuera.

El ministro de Ambiente, Fabián Valdivieso, deslindó responsabilidades en la no renovación de contratos y dijo que sobre eso debe responder Hoyos.

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Ciento cincuenta de los 226 empleados contratados en el Parque Nacional Galápagos (PNG) dejaron de laborar en la entidad el 1 de enero pasado.

Ahora la entidad cuenta con 80 empleados permanentes y 76 contratados para el manejo y control del medioambiente en las islas.

Marco Hoyos, director del PNG, dijo que no conoce la cifra de personas que han quedado fuera del PNG, pero que salieron aquellos a los que se les terminó su contrato el  31 del 2004; además, dijo que cuenta con $ 1’176.949,12 anuales para el contrato de personal y por ello tiene que ceñirse a ese monto. “Si el presupuesto lo permite se contratará a más personal”, indicó el director.

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Fabián Valdivieso, ministro del Ambiente, señaló que Hoyos tiene autonomía administrativa y que es él quien tiene que hablar sobre la salida de los guardaparques, porque fue su decisión.

Édgar Muñoz, empleado estable del PNG, acotó que aunque está de vacaciones se  enteró del recorte de personal y que con esta medida solo se cubrirá el 50% de las actividades del parque y no habrá control de plagas terrestres ni de la reserva marina.

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Uno de los guardaparques cesados señaló que no se les renovó sus contratos a decenas de personas que recibieron capacitación en el exterior y están muy preparados para realizar sus labores.

Hoyos manifestó que solo dio por terminado el contrato con esas personas y que no puede decir si se las va a recontratar o se reclutará a otras personas.

Eliécer Cruz, ex director del PNG, recalcó va a ser difícil controlar la reserva marina y las áreas terrestres con el poco personal que tiene el parque. “De hecho esas áreas están abandonadas, no hay personal en ese sector en estos días. Esto va a provocar desórdenes en la pesquería y la incursión de buques pesqueros costarricenses y de las mismas costas ecuatorianas a esos sitios”, indicó Cruz.

El ambientalista Godfrey Merlen, que apoyaba al PNG en el control y vigilancia de las especies marinas, y que también quedó fuera de esa entidad, dijo que el trabajo del parque es muy importante y que es ilógico reducir el personal y con ello descuidar su labor.

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