Los príncipes Guillermo y Enrique dedicaron la jornada de ayer a preparar cajas de ayuda humanitaria que se enviarán a las islas Maldivas, una de las zonas castigadas por el maremoto en el sureste asiático.
Los dos hermanos pasaron la mañana, junto a otros 24 voluntarios, en un almacén de la Cruz Roja británica en Gloucestershire (noroeste de Londres), y se dedicaron a empaquetar las cajas que contienen los artículos de higiene que una familia puede necesitar entre seis y ocho semanas.
La actuación solidaria de los príncipes Guillermo y Enrique llega una semana después de la visita de la reina Isabel a la centralita de la línea de teléfonos de emergencia para interesarse por los británicos afectados, y de la que hizo el jueves el príncipe Carlos al templo budista de Londres para pedir más ayuda para las víctimas.
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Los hijos del príncipe de Gales y de la fallecida princesa Diana han estado involucrados en ayudar a las víctimas del tsunami desde el inicio de la tragedia y han hecho una donación de su dinero privado al Comité de Emergencias del Gobierno.
Ambos dijeron haber contemplado lo sucedido por televisión. “Mirábamos un documental sobre los huérfanos y nos hizo casi llorar. Estábamos tristísimos. Uno piensa qué nos podría pasar. Es verdaderamente espantoso”, explicó Guillermo, de 22 años.