La cumbre destacó que la devastación es global y necesita una respuesta mundial sin precedentes.

Los líderes mundiales reunidos ayer en Indonesia se comprometieron a trabajar en forma más estrecha para ayudar a millones de víctimas del peor desastre natural que se recuerde, y que perdieron sus hogares y  medios de subsistencia en el maremoto del sur de Asia.

Además prometieron trabajar juntos para reconstruir las áreas afectadas, mientras expertos advirtieron que los  muertos del maremoto del océano Índico aumentarán.

Publicidad

Entre otras cosas, también se acordó establecer un método de alerta para prevenir sismos en el oceáno Índico, fundamentado en un sistema que  opera en el Pacífico.

Los especialistas coinciden en que la ausencia en la región de una red de sensores capaces de anticipar la llegada de olas gigantes a la costa fue una de las principales razones por las cuales la catástrofe tuvo semejante magnitud.

Ayuda efectiva
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, advirtió que el dinero comprometido por los donantes debía ser convertido en efectivo lo más pronto.

Publicidad

Hasta el momento se han prometido casi 4.000 millones de dólares en ayuda, pero gran parte se destinará a programas de mediano y largo plazos.

Australia pasó a ser el mayor contribuyente al ofrecer 765 millones de dólares.

Publicidad

Annan insistió en la necesidad de la asistencia económica inmediata y llamó a entregar urgentemente casi 1.000 millones de dólares para la reconstrucción en los próximos seis meses.

De 977 millones solicitados por  Annan, 229 millones serán para alimentos y agricultura, 222 millones para viviendas  y necesidades no alimentarias, 122 millones para salud y 61 millones para agua  e higiene.

ONU lidera
El secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, anunció que su gobierno disolverá el grupo de cuatro naciones que integraba junto a India, Japón y Australia, que  formó para atender la crisis humanitaria en el sudeste asiático, permitiendo que las Naciones Unidas centralice la coordinación de la asistencia.

La iniciativa había causado el temor de que el grupo compitiera con el liderazgo de Naciones Unidas en materia de esfuerzos humanitarios y que duplicara los esfuerzos.

Publicidad

Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud indicó que si las necesidades básicas, especialmente el acceso al agua potable, no son restauradas antes de que finalice la semana, las enfermedades infecciosas podrían matar a unas 150.000 personas, cifra similar a las que perecieron a causa del sismo y el tsunami.