Tres bombas caseras y varias armas fueron confiscadas por la policía filipina en un allanamiento en un centro islámico en Manila.
 
El lugar había estado bajo vigilancia durante los pasados tres meses, debido a su posible relación con el ataque contra un transbordador en la bahía de Manila el año pasado, que dejó más de 100 muertos, dijo Federico Laciste, jefe del Grupo de Investigación y Detección de Manila.
 
La policía dice que el atentado, el peor acto terrorista cometido en el país, fue obra del grupo Abu Sayaf, relacionado con la red terrorista al-Qaida.
 
La policía detuvo a 12 hombres y tres mujeres, en su mayoría musulmanes conversos, quienes estaban el viernes en el centro islámico. El capitán de policía Jess Kabigting dijo que las bombas estaban diseñadas para ser activadas por teléfonos celulares.