El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA) de Egipto, el arqueólogo Zahi Hawas, acusó ayer a Howard Carter, que en 1920 descubrió la tumba de Tutankamón, de haber dañado irreparablemente la momia del faraón.

Hawas hizo la acusación tras abrir el sarcófago dorado del rey –que permanecía sellado desde que fue inspeccionado en 1986 por una misión arqueológica británica–, para someter a un examen radiológico los restos del soberano.

Según precisó Hawas en un comunicado tras el examen, “solo la cabeza de la momia está en buen estado ya que el resto del cuerpo se encuentra en muy malas condiciones debido a los intentos de Carter de remover la máscara de oro de la cara del cadáver”.

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Hawas responsabilizó también a Carter de “abusar de la momia, al introducir en ella hierros calientes para tratar de localizar las piedras preciosas y los amuletos que habían sido colocados entre los vendajes que envolvían el cuerpo”.

Tutankamón debe la fama a que su ajuar fúnebre permanece intacto, fue el único monarca enterrado en el Valle de los Reyes –en el Alto Egipto–, cuya tumba no fue saqueada, por lo que el descubrimiento de Carter causó sensación en su época.

Desde entonces, el mobiliario figura entre los principales atractivos del Museo Egipcio de El Cairo.