La vacuna BCG, que inmuniza a los recién nacidos contra la tuberculosis, no se encuentra disponible en algunos centros de salud y hospitales de la ciudad desde fin de año.

En el Francisco de Ycaza Bustamante, por ejemplo, las dosis se terminaron el lunes y aún no  ha sido abastecido, pese a que –según la enfermera del área– se realizó el pedido del nuevo lote.

La situación es similar en el centro materno infantil Matilde Hidalgo de Procel, del Guasmo Sur. En el vacunatorio no se cuenta con la BCG desde el 31 de diciembre pasado. El resto de dosis, como la Pentavalente y DT (difteria y tétanos) y para mujeres embarazadas, sí está disponible.

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Rosita Córdova, jefa de la consulta externa de la maternidad, dijo que el martes se hicieron los pedidos para el mes, pero no recibieron las dosis de BCG. “Parece que no estaba en las reservas”, indicó.

Ella aseguró que la dosis tampoco ha llegado a los catorce centros de salud que dependen del área 1.

Fátima Franco, jefa del Programa Ampliado de Inmunizaciones, confirmó que, en efecto, en el Banco de Vacunas no está disponible la BCG porque el stock se agotó a fines de mes.

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Sin embargo, afirmó que el lunes se hizo el pedido de 49.000 dosis necesarias para la provincia a la Subsecretaría de Salud. Esta entidad debe solicitarlas al Instituto Nacional de Higiene, que es el encargado de fabricarlas.

Una fuente de la Subsecretaría confirmó que la solicitud fue despachada y que hoy se retirará el lote de 87.700 vacunas que se pidieron para dar cobertura a las provincias de la Costa.

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No obstante, la escasez no es generalizada porque algunos centros de salud aún tienen en existencia  la BCG. Es el caso del centro de Salud Nº 1, de Sauces 3, de Santa Lucía y Palestina, que aplican con normalidad la vacuna.

DOSIS

Fabricación
La BCG se fabrica en el tercer piso del área de producción de vacunas del Instituto Nacional de Higiene. La bacteria para desarrollar la dosis es importada del Instituto del Suero de Dinamarca.

Aplicación
Lo ideal es que el recién nacido reciba la vacuna durante los primeros días de vida y hasta un mes después. Esta, dice la pediatra Jenny De Mori, lo protege exclusivamente del bacilo de la tuberculosis porque le brinda los anticuerpos necesarios para evitar la enfermedad.

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