Abogados del ex dictador buscarán liberarlo mediante un nuevo sobreseimiento por razones médicas.

La defensa del ex dictador chileno Augusto Pinochet inició ayer una larga batalla judicial para intentar liberarlo del juicio por los crímenes de la Operación Cóndor.

El proceso se inició tras la ratificación de su arresto y procesamiento por la Corte Suprema.

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El equipo jurídico que defiende a Pinochet intentará paralizar el juicio a través de una solicitud de sobreseimiento definitivo por “razones médicas”.

El ex general quedó ayer bajo arresto domiciliario.

El ex dictador chileno Augusto Pinochet quedó ayer bajo arresto domiciliario y en custodia de la policía militar del Ejército, tras ser notificado personalmente en su casa de campo de Los Boldos de su procesamiento por los crímenes de la llamada Operación Cóndor.

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La notificación, que dio curso de inmediato al arresto, fue realizada  minutos después del mediodía por el secretario del juez Guzmán Tapia, Iván Pavez, en compañía de varios agentes de la policía civil.

Los funcionarios cumplieron con la orden de detención emitida por el juez Juan Guzmán, quien procesó al ex militar como autor de nueve secuestros y un homicidio perpetrados en la Operación Cóndor, una red que coordinó a los aparatos represivos de las dictaduras sudamericanas en la década de 1970.

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Pinochet firmó el texto y dijo que se reservaba el derecho a apelar la resolución con la asesoría de sus abogados.

La resolución de Guzmán fue ratificada el pasado 20 de diciembre por la Corte de Apelaciones de Santiago y el martes, en un dictamen sin precedentes, la Corte Suprema rechazó un recurso de amparo en favor del ex gobernante de facto y no tomó en cuenta las razones de salud para sobreseerlo, como lo hizo hace tres años.

Los altos mandos de las Fuerzas Armadas manifestaron su preocupación de que la detención empeore la salud de Pinochet.

“Sobre las resoluciones judiciales no me voy a referir, pero siempre he sido claro al decir que hay que creerles a los doctores y yo creo en su capacidad profesional y humana”, dijo el comandante del Ejército, Juan Emilio Cheyre.

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El jefe militar recordó que análisis médicos determinaron que Pinochet padece de una demencia subcortical moderada, que según dos de los tres peritos que le hicieron pruebas, le impide enfrentar un juicio.

Por su parte, el comandante de la Armada de Chile, almirante Miguel Angel  Vergara, expresó su preocupación por la condición de salud y el arresto  domiciliario de Pinochet.

Sin embargo, el juez Guzmán y los tribunales superiores ignoraron tales apreciaciones y lo procesaron.

Más de 3.000 personas murieron o desaparecieron y más de 27.000 fueron torturadas por la dictadura de Pinochet (1973-1990), pero el ex líder militar nunca ha sido juzgado, pese a que varios subordinados cumplen condenas por tales crímenes.

La defensa de Pinochet ha dicho que adoptará todas las vías judiciales para poner fin a su enjuiciamiento y su detención y anunció que buscará el sobreseimiento definitivo por “razones médicas”, como lo hizo en un anterior proceso por 75 ejecuciones atribuidas a la “Caravana de la Muerte”, que recorrió el país entre septiembre y octubre de 1973.

Sobreseimiento
La solicitud de sobreseimiento deberá ser vista en los próximos días por la Cuarta Sala de la Corte  de Apelaciones de Santiago.

Aunque esa sala rechace o acoja ese recurso, la causa volverá a ser revisada vía recurso de casación  o de revisión interpuesto por alguna de las dos partes, por la II Sala Penal de la Corte Suprema, que emitirá un fallo inapelable y definitivo.

Si el sobreseimiento es rechazado el juicio contra de  Pinochet continuará hasta su condena, pero si es aprobado, el ex dictador quedará libre por razones médicas.