Los ministros de Asuntos Exteriores de los seis países vecinos a Iraq, además de los jefes de la diplomacia de Egipto y Bahrein y representantes de la ONU se reúnen este jueves en Ammán para apoyar el proceso electoral iraquí.
 
La reunión, a la que no asistirá el ministro iraní de Exteriores, Kamal Jarrazi, por discrepancias de su país con el reino jordano, tiene lugar tras una semana de extrema violencia en Irak, que ha segado la vida de casi un centenar de personas y amenaza la propia celebración de los comicios.
 
"El objetivo de la reunión es consensuar un claro mensaje a los iraquíes de que la consulta tendrá lugar en la fecha prevista y que deben ir a votar.... para que el país conserve su identidad árabe", explicó a los periodistas el jefe de la diplomacia jordana, Hani Mulki.
 
Jordania, al igual que otros países de la región, con Arabia Saudí a la cabeza, temen que la baja participación y el boicot anunciado por los partidos suníes, fortalezca las aspiraciones de los chiies religiosos cercanos a Irán y reste poder al movimiento laico y pro occidental que lidera el primer ministro interino, Iyad Alaui.
 
En los días previos a este encuentro, Jordania ha acusado a Irán de inmiscuirse en los asuntos interinos de Iraq y de tratar de crear una esfera de influencia chiíta en toda la región.
 
El régimen de Teherán contraatacó esta misma semana y denunció que es Jordania quien interfiere en los asuntos de su vecino, porque -según alega- intenta que restablezca la monarquía en Irak, emparentada con la familia Real jordana.
 
El segundo tema espinoso que los ministros se encontrarán sobre la mesa de Ammán será las crecientes llamadas para que se aplacen los comicios, previstos para el próximo 30 de enero, ante la oleada de atentados que recorre el país.
 
Alaui ya dejó claro el miércoles que la fecha elegida para los comicios es "inamovible", decisión que parece contar con el apoyo de EE.UU. y de la mayoría de sus vecinos.
 
Entre los que se inclinan por el aplazamiento se erige la figura del actual presidente iraquí, el suní Ghazi Yawar.
 
El control de las fronteras, y la denuncia de Iraq de que a través de ellas se filtran mercenarios que después se suman a la resistencia, será otro de los puntos de fricción durante la reunión de Ammán.