“Usted tiene tiempo, no se preocupe ingeniero”. Xavier Segarra lo dijo dos veces durante la entrevista del martes. La primera fue casi al principio del programa; ya en ese momento imaginábamos que sería una entrevista larga, como de una hora.

Pero una hora más tarde, el periodista lo volvió a decir. En esta ocasión fue más explícito: “Aquí –especificó– tiene tiempo”. Y repitió: “No se preocupe, ingeniero”.

Vaya si tiene tiempo León Febres-Cordero en Telerama. “Hemos conversado más de hora y media”, se ufanó Segarra. Y eso no fue todo: al día siguiente, o sea ayer, Telerama tomó la decisión editorial más comprometedora y extraña de la que tengo memoria: transmitió nuevamente la entrevista en lugar de su informativo de la mañana. ¡En lugar del informativo! Como si nos dijera: todas las noticias son intrascendentes en comparación con las palabras de este hombre. He visto canales parcializados, pero nunca nada parecido a esto.

Publicidad

No hace un mes, otra entrevista de Segarra a Febres-Cordero ya había sido transmitida con gran despliegue en dos horarios. O sea que, si sumamos los minutos “en vivo” y los “reprises” (que es como la televisión ecuatoriana llama las repeticiones), no podemos sino reconocer en Telerama al canal oficial del diputado socialcristiano. Y en Segarra, al bochornoso apuntador de sus discursos, cuyo papel consiste e intervenir lo menos posible, limitarse a poner temas sobre la mesa para que el ingeniero se explaye, eludir las cuestiones espinosas y asentir con corteses muletillas: “obvio”, “por supuesto”, “sí-sí-sí-sí-sí”, “tan sencillo como eso”, “claro, claro”.

“Ingeniero, ¿me permite ir a una pausa comercial?”. “Por supuesto, por supuesto”. Y, en ese momento, por descuido de un técnico de sonido que dejó los micrófonos conectados unos segundos más de lo que debía, escuchamos al entrevistado impartiendo instrucciones al entrevistador. Y vemos a Segarra asintiendo, humildemente. Bochornoso.

 

Publicidad