Un año después de aterrizar en Marte donde confirmaron que en el pasado hubo agua, los robots Spirit y Opportunity superaron con creces su misión, que tiene por objetivo principal encontrar indicios de vida en el planeta rojo.
Esta semana se cumplió un año desde que el primero de los robots de la NASA aterrizó en Marte: Spirit lo hizo el 3 de enero y su gemelo Opportunity lo logró tres semanas más tardes.
Aunque el tiempo inicial de su misión era de tres meses, los robots siguen surcando el territorio rojo y son los protagonistas de una de las misiones más fructíferas de la odisea espacial.
"Hace un año nunca hubiese imaginado que actualmente seguiríamos allí y que aún podamos decir: Todavía estamos en Marte", recalcó Sean O Keefe, el director saliente de la NASA, ante los científicos del Jet Propulsion Laboratory (JPL), que controlan esta misión.
Al calificar al Spirit y al Opportunity como "máquinas extraordinarias", O Keefe estimó que los hallazgos de estos dos robots-geólogos son de extrema importancia, una apreciación compartida por la prestigiosa revista científica estadounidense Science.
Esta revista resaltó que los descubrimientos científicos realizados por estos robots fueron los más importantes del año pasado.
O Keefe citó, por sobre todo, los indicios encontrados por Opportunity que dan cuenta de que en el pasado existió una vasta corriente de agua salada en una región llamada Planum Meridiani, una planicie situada al nivel del Ecuador de Marte.
Spririt se posó en las antípodas del planeta rojo, cerca de un cráter bautizado Gusev, donde descubrió en diciembre geotitas en un afloramiento rocoso, otro indicio de que hubo agua sobre el planeta rojo.
Este mineral sólo existe en presencia de agua, bajo forma liquida, congelada o gaseosa, precisó la agencia espacial estadounidense.
"Esto nos indica que en el pasado, el clima, la atmósfera del planeta más similar a la Tierra era totalmente diferente, lo que quizá habría permitido la existencia de vida", reveló O Keefe, que realizó estas declaraciones con ocasión del primer aniversario de la llegada del Spirit a Pasadena (California, oeste), donde se encuentra el JLP.
"Saber lo que ocurre en Marte quizá nos permita tener una perspectiva completamente nueva sobre nuestro lugar en el sistema solar, nuestra galaxia y, de hecho, sobre todo el universo", añadió.
David Grinspoon, un astrónomo del Southwest Research Institute en Boulder (Colorado, suroeste), indicó al diario Los Angeles Times que estos descubrimientos "nos dicen que deberíamos regresar a Marte con equipos que nos permitan buscar fósiles o indicios químicos" que den cuenta de la existencia de marcianos.