La muestra del artista plástico León Ferrari, que había sido cerrada hace un mes por la justicia tras una demanda presentada por sectores católicos, reabrió sus puertas ayer en el Centro Cultural Recoleta de la ciudad de Buenos Aires.

La medida da cumplimiento al fallo del tribunal Contencioso Administrativo porteño que dio lugar a una apelación del gobierno de la ciudad contra el cierre de la retrospectiva del reconocido artista.

La muestra, que había sido clausurada el 2 de diciembre, permanecerá abierta hasta el 27 de febrero como estaba previsto en un principio.

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“Esta muestra contiene obras que pueden herir la sensibilidad religiosa, moral e ideológica del visitante”, reza un cartel colocado en el ingreso de la sala para prevenir incidentes como los que ocurrieron en la inauguración.

Una amplia custodia policial fue dispuesta en el ingreso del centro cultural ante la posibilidad de que se produzcan nuevos incidentes.

En la retrospectiva, que fue visitada hasta su clausura por más de 20.000  personas, las obras mezclan estatuillas religiosas con sartenes de cocina, cafeteras y tableros de ajedrez, mientras un Cristo crucificado sobre una réplica de un bombardero estadounidense pende desde el techo simulando una caída en picada.

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El cierre obedeció a una presentación de la organización religiosa Cristo Sacerdote que argumentó que la muestra “ofende a los católicos”.