El director de cine argentino Marcelo Piñeyro ha mirado al primer mundo desde el tercero en su nueva película, El método Gronholm, rodada íntegramente en España.

“Esta cinta  no era para hacer aquí (en Argentina). Sería totalmente otra, porque la fuerza central del filme es el empleo. Se adaptaba a la Argentina de los 90, pero cuenta la España de hoy. Es una mirada del primer mundo desde el tercero”, afirma Piñeyro.

La película, inspirada en una obra teatral homónima del español Jordi Galcerán, se centra en el proceso de selección de personal de una multinacional y cuenta con algunos de los actores jóvenes más conocidos en España en estos momentos, como Eduardo Noriega, Natalia Verbeke, Najwa Nimri o Ernesto Alterio.

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Están también en el elenco el argentino Pablo Echarri y los locales Eduard Fernández, Carmelo Gómez y Adriana Ozores.

“Teníamos un elenco soñado, cada uno solo podía encabezar una película en España. Son los actores más conocidos. Quería que fueran ellos, porque son buenos y porque es una película de actores”, dijo Piñeyro, quien  regresó a Argentina una vez finalizado el rodaje y comenzada la etapa de posproducción del filme.

El director de Plata quemada y Kamchatka, que contó para su nueva película con Mateo Gil, guionista de Alejandro Amenábar, y un presupuesto de tres millones de dólares, considera El método Gronholm un punto de ruptura en su carrera.

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No solo porque alguien que se declara un enamorado del relato trabaja en esta nueva película con la evaporación de la trama, sino porque experimentó con cámaras de alta definición.  Además, los personajes en lugar de chocar con el sistema, como los de la mayoría de sus películas, son “la tropa de la derecha: los integrados”.