Los servicios de rescate comenzaron este miércoles a dragar una laguna de la provincia de Phang Nga en el que temen encontrar más cadáveres, mientras continúa creciendo la cifra de muertos y desaparecidos en Tailandia tras el maremoto.
 
En el fondo de la laguna, situada en las proximidades de lo que queda del pueblo de Ban Nam Khem (Agua Salada), a unos 10 kilómetros al sur de Takua Pa, los servicios de rescate creen que encontrarán un buen número de aldeanos dados por desaparecidos.
 
El pueblo de Ban Nam Khem, poblado por pescadores e inmigrantes birmanos que faenaban ilegalmente, ha sido uno de los más castigados por el maremoto ocurrido la mañana del pasado 26 de diciembre.
 
"Antes de recuperar los cadáveres del fondo, tenemos que sacar coches y otros escombros arrastrados por el tsunami", señaló Prasert, de 32 años y uno de entre casi el medio centenar de voluntarios que participaban en las tareas de rescate.
 
En Bam Nam Khem, habitado por al menos 5.000 personas, cerca de 3.000 han sido dadas por desaparecidas.
 
En otras partes de la provincia de Phang Nga, incluida la playa de Khao Lak, donde se encontraban la mayor parte de los complejos turísticos de lujo, los equipos de rescate de cadáveres han sido sustituidos por cuadrillas de obreros, que provistos de maquinaria pesada, reconstruyen la infraestructura básica.
 
"Los equipos de rescate han terminado su misión después de buscar cuerpos durante nueve días entre los escombros y en los 35 complejos hoteleros mayores de Khao Lak", explicó el gobernador de Phang Nga, Anuwat Methiwilbulvut.
 
En el distrito de Takua Pa, donde está enclavado el mayor de los tanatorios temporales, los soldados movilizaban maquinaría pesada con la intención de construir dos mil casas para los tailandeses que perdieron sus hogares.
 
El ministro tailandés del Interior, Bhokin Bhalakula, dijo a la prensa, en el centro de asistencia montado en el Ayuntamiento de Phuket, que las operaciones de rescate a gran escala han cesado, aunque las patrulleras de la marina continúan buscando cadáveres en aguas cercanas a la costa.
 
Por su parte, el Departamento de Protección Civil indicó que la cifra de muertos asciende hasta el momento a 5.265, de los que casi la mitad son extranjeros, mientras que 4.499 personas continúan desaparecidas.
 
El citado Departamento precisó que la provincia de Tailandia en la que el maremoto causó más muertes fue en la de Phang Nga, al norte de Phuket y donde hasta el momento se han contabilizado al menos 4.134 víctimas mortales, de las que 2.213 fueron extranjeras.
 
La alta cifra de turistas fallecidos influyó en el envío por los Gobiernos foráneos de decenas de forenses y especialistas que, sin embargo, están de brazos cruzados desde su llegada debido a la caótica organización, indicaron a EFE fuentes policiales europeas.
 
"Esto es increíble, es inaudito que tengan a tantos forenses y patólogos sin hacer nada, porque según dicen hay falta de espacio", destacó el oficial de la Policía.
 
Cerca de 400 forenses de unas 30 naciones se encuentran en la región de suroeste de Tailandia con la intención de participar en las tareas de identificación de los cadáveres trasladados a los tres tanatorios temporales instalados en templos de las provincias afectadas.
 
Al frente de la tareas de identificación se encuentran los forenses tailandeses y los de Australia, aunque "también hay algunos estadounidenses" recién llegados a Tailandia.
 
Los cuatro agentes de la Policía Científica española, llegados el martes a Phuket para unirse al equipo internacional de forenses, se trasladaron hoy junto a otros cuatro especialistas polacos y dos canadienses, a la provincia de Phang Nga, al norte, con el objetivo de lograr "espacio para poder trabajar".