No basta con disminuir el colesterol "malo", también hay que mantener bajas las concentraciones de una sustancia llamada proteína C-reactiva (PCR) para evitar los ataques cardíacos, dijeron este miércoles médicos.
 
Afortunadamente, parece que las estatinas -los mismos medicamentos que se usan para combatir las lipoproteínas de baja densidad o el llamado colesterol "malo"- también disminuyen las concentraciones de PCR.
 
Cada vez hay más evidencia de que un tipo especial de inflamación, diferente de la que se trata con aspirina y otros fármacos, contribuye a la cardiopatía. La PCR es un indicador de dicha inflamación.
 
Un estudio dirigido por Paul Ridker, del Hospital Brigham & Women, en Boston, mostró que la gente que tiene menor riesgo de sufrir un segundo ataque cardíaco también presenta menores concentraciones de PCR.
 
Otro estudio, dirigido por Steven Nissen, de la Clínica Cleveland, mostró que entre 502 pacientes que disminuyeron notablemente sus concentraciones de PCR se detectó por ultrasonido evidencia de que sus arterias se habían dilatado un poco.
 
Ambos estudios se publicaron en la edición de esta semana de The New England Journal of Medicine.
 
Ridker dijo que los hallazgos tienen "el potencial de salvar miles de vidas" y que deben cambiar radicalmente la forma en que se piensa sobre la prevención de enfermedades cardiovasculares.
 
"No basta con vigilar las concentraciones de colesterol si queremos hacer más por nuestros pacientes", dijo Ridker a Reuters.
 
El equipo de Ridker descubrió al estudiar a 3.745 pacientes que sufrieron un infarto de miocardio y fueron tratados con estatinas, que el riesgo de sufrir un segundo ataque cardíaco a los dos años y medio fue de casi el 10 por ciento entre los que tenían concentraciones altas de PCR y de lipoproteínas de baja densidad.
 
La disminución de las concentraciones de PCR o de lipoproteínas de baja densidad redujo dicho riesgo a un siete por ciento.
 
Pero cuando la reducción fue de ambos factores, el riesgo de un segundo infarto disminuyó al 4,9 por ciento.
 
La concentración de PCR a menos de un miligramo por litro de sangre disminuyó el riesgo a un cuatro por ciento.
 
Sin embargo, los investigadores indicaron que no basta con un solo análisis, porque las concentraciones de colesterol "malo" y de PCR son independientes.