Dos días después de que un tsunami arrasara la isla en la que sus antepasados han vivido durante decenas de miles de años, un miembro de la tribu se encontraba desnudo en la playa y hacía señas a un helicóptero de la guarda costera que buscaba sobrevivientes.
 
A continuación tomó su arco y disparó una flecha al helicóptero.
 
Es una señal que se ha enviado desde la isla Sentinel durante un milenio: Quieren que los dejen en paz. Aislados del resto del mundo, los miembros de la tribu tuvieron que aprender los signos de la naturaleza, sus sonidos y olores para sobrevivir.
 
Funcionarios y antropólogos creen que el conocimiento tan antiguo de leer el movimiento del viento, el mar y los pájaros pudo haber salvado del violento maremoto de hace una semana a las cinco tribus indígenas de las islas de Andaman y Nicobar, en el archipiélago Indico.
 
Ellos pueden oler el viento. Pueden evaluar la profundidad del mar con el sonido de sus remos. Tienen un sexto sentido que nosotros no poseemos, dijo Ashish Roy, un ambientalista local y abogado que defiende el derecho a la privacidad de estas tribus.
 
Las tribus viven de la forma más antigua y nómada que el hombre conozca, congelados en su pasado paleolítico. Muchos crean el fuego frotando piedras, mientras que pescan y cazan con arcos y flechas. Viven en cabañas construidas con hojas y pajas. Y son muy hostiles a la presencia del mundo exterior.
 
Anil Thapliyal, un oficial de la guarda costera india, dijo haber avistado al miembro de la tribu en la isla Sentinel el 28 de diciembre, dos días después del sismo y maremoto más devastadores del planeta en los últimos 40 años.
 
Había un hombre desnudo en la isla, le dijo Thapliyal a The Associated Press. Le lanzó una flecha al helicóptero.
 
Según varios cálculos, hay de 400 a 1.000 miembros de las tribus gran andamanese, onges, jarawas, sentinelese y shompens.
 
Algunos estudios antropológicos de ADN trazan generaciones de hace 70.000 años. Oriundos de África, emigraron a la India cruzando Indonesia, indican algunos antropólogos.
 
Al parecer, los indígenas desalojaron las casas mucho antes de que los tsunamis llegaran a las costas.
 
Tras el tsunami, rescatistas detectaron 41 miembros de la tribu gran andamanese en el 2001 el censo era de 43 que habían huido de la isla Strait. Dijeron haber visto 73 Onges de los 98 del censo que se escondieron en los bosques de Dugong Creek, en la isla Andaman.
 
Sin embargo, se desconoce el destino de otras tres tribus, dijo un antropólogo, quien encabezará un equipo que recorrerá las remotas islas en busca de miembros de esas tribus. La misión de reconocimiento del gobierno también evaluará el ecosistema.
 
Claro que esas misiones son peligrosas, ya que los miembros de las tribus son muy recelosos de su privacidad e inclusive han matado a varios policías que se han acercado a su territorio.