El director de cine iraní Bahman Ghobadi no tenía intención de hacer el primer largometraje después de la guerra de Iraq, pero los niños que conoció en el norte de ese país no le dejaron otra opción.

El filme de Ghobadi, Las tortugas pueden volar, que sigue a un grupo de niños huérfanos iraquíes kurdos en los días previos a la caída de Saddam Hussein, ha obtenido premios en los festivales de cine de Estados Unidos, España y Japón y es la candidata iraní para una nominación a los Oscar.

 “No tenía previsto hacer Las tortugas pueden volar. En ese momento estaba realizando un filme urbano en Teherán, justo antes del inicio de la guerra en Iraq”, dijo Ghobadi, de 36 años.

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Durante un viaje a Iraq poco antes de la caída de Hussein para presentar su segundo filme, Marooned in Iraq, Ghobadi quedó fascinado por los niños kurdos que vio, muchos mutilados por minas terrestres y marcados por la brutalidad del gobierno de Hussein. “Cuando regresé a Irán no pude dormir por unos días y me di cuenta de qué era esto. Detuve el proyecto y volví a Iraq para realizar esta película”, contó.

“Este es un filme en contra de la guerra y mi visión personal de la guerra de Estados Unidos en Iraq. La película muestra imágenes verdaderas de la vida de los iraquíes en la actualidad”, agregó.

Filmada en el kurdistán iraquí, con la protección de 30 guardaespaldas y utilizando actores no profesionales, Las tortugas pueden volar pinta un cuadro diferente de Iraq, de lo que pudieron ver las audiencias occidentales a través de los canales de noticias satelitales.   “El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y Hussein se convirtieron en las superestrellas de los canales satelitales, pero yo mostré algo diferente. Las superestrellas en mi película son las personas y niños, Bush y Hussein son el contexto”, dijo.

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Al igual que su ópera prima muy aclamada, A Time for Drunken Horses, la habilidad de Ghobadi para obtener excelentes actuaciones de actores jóvenes sin experiencia impresionó a los jurados de los festivales y conmovió a las audiencias.
Dedicó meses  en el norte de Iraq para encontrar a los niños que interpreten los papeles de Satellite, de 13 años, cuyo nombre viene de su habilidad para captar señales de televisión con noticias de la guerra, un niño sin brazos que desactiva minas terrestres con sus dientes y su misteriosa  hermana.

 “Si quiere que la audiencia crea en su película debe contener elementos de la realidad como escenarios o historias verdaderas. Si no es real, entonces los actores aficionados que participan en mis filmes no podrán actuar bien. Actúan bien porque es su propia historia y porque la han vivido”, dijo el director.

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Ghobadi, un kurdo iraní, dijo que es su deber ayudar a los actores jóvenes. Por eso un niño ciego de 3 años a quien Satellite rescata de un campo minado en la cinta se sometió a operaciones para recuperar la vista y Soran Ebrahim, quien interpreta a Satellite, trabajará como asistente de dirección en su próximo proyecto, con otro protegido de Ghobadi quien protagonizó uno de sus filmes anteriores.