El mayor éxito futbolístico de Marcelo Colores Hurtado fue el vicecampeonato de América con Barcelona (1990), pero paradójicamente esa no fue su satisfacción deportiva más grande. Esta se dio cuando ascendió a la primera división del fútbol ecuatoriano, con Filanbanco.

Según dice el ex volante, “fue superemocionante conseguir ese logro en Esmeraldas, en 1984. Después de cinco años ascendimos con el mismo equipo por el que nadie daba nada”.

Por eso está contento y porque en la temporada del 2004 D. Cuenca y Olmedo fueron los primeros.

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“Me parece excelente lo logrado por ambos equipos. Eso significa que  el fútbol se ha emparejado muchísimo, que en el balompié no solo juegan los nombres sino  los hombres. Este hecho demuestra que ningún equipo grande se puede confiar; más bien, al contrario, si tienen posibilidades económicas deben armar excelentes equipos que demuestren en la cancha el poderío que tienen”, señala.

Tras catorce años de carrera, dos estrellas de campeón con Barcelona (1989 y 1991) y el subtítulo en la Copa Libertadores de América, Marcelo Hurtado se retiró del fútbol profesional en 1994, luego de jugar poco tiempo en el Delfín de Manta y en  Liga de Portoviejo.

El emblemático volante defensivo no abandona del todo la  práctica deportiva, pero ahora se dedica al tenis, que es su pasión. También  practica fútbol los fines de semana.

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Oriundo de esta ciudad e ingeniero civil de profesión, Hurtado está casado con Cecilia Vaca y tiene a sus hijos Marcela (21), Cecilia (18), Marcelo (17) y Valentina (9). Los tres primeros estudian en Guayaquil y dos van a la universidad.

Una vez que dejó el fútbol, Colores se quedó a vivir en Guayaquil donde  puso un tecnicentro (mecánica automotriz) en la ciudadela Guayacanes.

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“Mi ilusión siempre fue regresar a Bahía porque me gusta el ambiente de la ciudad, su gente, a pesar que las posibilidades económicas son mucho mejores en Guayaquil, ya que esta es una ciudad pequeña. Pero a estas alturas de la vida yo busco encontrar mi felicidad”, indica.

Su retorno se concretó hace siete años y hace cinco comenzó un negocio de distribución de materiales de construcción que, asegura, “da para poder subsistir”.

En el 2000, Hurtado participó como postulante a la Alcaldía de Sucre, como independiente. Este año apoyó al candidato auspiciado por el Partido Roldosista, Carlos Mendoza Rodríguez, quien fue electo. “Trabajaré con él para hacer cosas provechosas por mi pueblo”, dijo.