Argentina empezó el año nuevo conmocionada, con cientos de familias preparando ayer el sepelio de los 175 muertos que dejó el jueves un incendio en una discoteca, en su mayoría jóvenes y niños, ya que ahí había una guardería.

El dueño del local, Omar Chabán, fue detenido el viernes por la policía.
Los padres de las víctimas “podrían unirse como las Madres de Plaza de Mayo” desde la dictadura (1976-83).

El dueño de la discoteca de Buenos Aires incendiada el jueves por la noche, Omar Chabán, fue detenido el viernes, informó la policía.

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El empresario fue apresado por orden de la jueza María Crotto para que preste declaración sobre su eventual responsabilidad en el incendio que causó la muerte de 175 jóvenes y heridas a más 800.

También se investiga si en el establecimiento funcionaba una guardería improvisada en el baño de mujeres, donde los padres dejaban a sus niños mientras asistían al último concierto del año de la banda Callejeros.

La policía indicó que los testigos también ayudaron a identificar a los tres jóvenes que podrían haber encendido la pirotecnia, pero no se sabe si están entre las víctimas.

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Exhortación
“¡No tiren bengalas ni fuegos artificiales que  nos vamos a morir todos aquí adentro!”, había suplicado desde el escenario el  cantante de rock Pato Fortanet a unos 2.000 adolescentes que colmaban la  discoteca argentina República Cromagnon, que se transformó en una trampa de muerte  la madrugada del viernes.

Laly Reches, de 20 años y una sobreviviente del local, recuerda estremecida que  “un hombre de la organización también pedía por favor por los altavoces que no  tiraran los fuegos”.

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Las bengalas que producen destellos y humo no provocaron la tragedia, según testigos, sino varitas que se prenden con una mecha y arrojan bolitas  incandescentes de colores azules, rosados y verdes.

Mueren seis presos
Mientras, seis presos murieron por un incendio desatado ayer durante un motín en un hospital penal de la localidad bonaerense de  Olmos.