La jornada laboral de los chilenos se reducirá de 48 a 45 horas semanales, según una ley que entró ayer en vigor.

Los chilenos, considerados entre los diez pueblos con más horas de trabajo del mundo, tendrán seis días más de descanso al año.

El Gobierno advirtió que la nueva jornada laboral no implica una disminución de los sueldos.