El gobierno dio más de 1.000 millones de dólares en el 2003 a organizaciones que se consideran basadas en el fe, y parte de esos fondos se han entregado a programas donde la oración y la guía espiritual son centrales y otra parte a organizaciones que no se consideran en lo absoluto religiosas.
 
Muchos de estos grupos tienen misiones totalmente seculares y otras organizaciones se sorprendieron cuando sus nombres fueron hallados en una lista de grupos de fe que fue entregada a la Associated Press por la Casa Blanca.
 
Alguien obviamente nos ha designado como una organización de fe, pero no nos reconocemos así, señaló Stacey Denaux, directora ejecutiva de los Ministerios de Crisis, un grupo que tiene un albergue para desamparados y ofrece sopas a personas indigentes en Charleston, Carolina del Sur.
 
Otros grandes receptores de la ayuda fueron grupos religiosos que ofrecen programas de servicio social que el gobierno pudo haber considerado demasiado religiosos para recibir ayuda antes de que el gobierno del presidente George W. Bush asumiera el cargo.
 
Visitantes a los Servicios Familiares TMM en Tucson Arizona, que recibieron 25.000 dólares por ofrecer asistencia en vivienda, son recibidos con una fotografía de Jesús y citas de la Biblia.
 
Creemos que para la gente que está conectada con la fe de su elección es importante para ellos tener una vida productiva, señaló Don Strauch, un ministro y director ejecutivo del grupo, que ofrece una gama de servicios sociales.
 
Simplemente porque aceptamos dinero del gobierno no significa que vamos a renunciar a esta filosofía, agregó.
 
En general, a las organizaciones con base en la fe recibieron 1.170 millones de dólares en el 2003. Esto es aproximadamente el 12% de los 14.500 millones de dólares que se gastaron en programas sociales que calificaron para recibir fondos de organizaciones de fe en cinco departamentos federales. Funcionarios de la Casa Blanca consideran que este total aumentará.
 
La lista de instituciones que recibieron estos fondos en el 2003 y que fue entregada a la AP es la primera cuenta detallada de los dólares invertidos en esta   iniciativa basada en grupos de fe.
 
El presidente Bush, quien fue elegido con un firme apoyo de grupos conservadores religiosos, llegó a la presidencia con la promesa de abrir las chequeras gubernamentales a los grupos religiosos que ofrezcan servicios sociales. A menudo, estos grupo hacen un mejor trabajo en dar servicio a los pobres, de acuerdo con Bush.
 
Defensores de los derechos civiles temen que el gobierno terminen pagando por servicios religiosos, erosionando la separación constitucional de la Iglesia y el Estado.
 
Jim Towey, quien dirige la oficina de Iniciativas de Base en la Fe y Comunitarias de la Casa Blanca, señaló que el gobierno de Bush ha sido claro en el sentido de que   el dinero del gobierno no es para financiar actividades religiosas.
 
Este es un cambio de cultura en la manera como el gobierno ofrece los servicios sociales, y siempre debe haber un balance muy delicado, añadió Towey.