La publicación British Medical Journal (BMJ) dijo ayer que había enviado documentos a los reguladores sanitarios estadounidenses que al parecer sugerían un vínculo entre el fármaco antidepresivo Prozac y los comportamientos suicidas.

La revista dijo que una fuente anónima había aportado “documentos perdidos” relativos a los ensayos clínicos del fármaco, fabricado por el laboratorio Eli Lilly, con sede en Indianápolis, Estados Unidos.

El BMJ indicó que los documentos “desaparecieron durante una controvertida querella en torno a productos hace más de diez años”. Tales documentos incluirían exámenes y memorandos que parecían demostrar que funcionarios de Eli Lilly sabían desde los años 1980 que el fármaco, cuyo nombre genérico es fluoxetina, tenía “efectos secundarios problemáticos”, señaló la revista.

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En una copia del artículo publicado en su página web (www.bmj.com), la revista indicó que había enviado los documentos a la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos.