La agencia de la Santa Sede, Fides, aseguró ayer que durante el 2004 fueron asesinados en todo el mundo quince personas entre religiosos consagrados o laicos vinculados a instituciones católicas.

En un informe publicado como balance del año, Fides recuerda a esas quince personas, que murieron violentamente en África (seis), Latinoamérica (cuatro), Asia (cuatro) y Europa (una) y entre las que figuran un español, dos mexicanos y un guatemalteco.

El misionero español Ignacio García Alonso, director del colegio Tounouma de La Salle en Burkina Faso, murió el 6 de febrero a golpes de machete que le propinó el familiar de un alumno, cuando estaba en su despacho.

Publicidad

Latinoamericanos
El sacerdote diocesano mexicano Ramón Navarrete Islas fue encontrado muerto de varias cuchilladas en su domicilio de Ciudad Juárez en julio pasado, mientras en octubre su compatriota Macrino Nájera Cisneros, párroco de Jilotlan, falleció de un disparo hecho por un hombre al que el religioso se había enfrentado para defender a una joven en un fiesta popular.

Eusebio Manuel Sazo Urbina, responsable de una parroquia en la periferia de Ciudad de Guatemala, cayó víctima de los disparos de un hombre que aparentemente intentó robarle.

La agencia de noticias vaticana también menciona las dificultades que este año han encontrado los católicos en Iraq, donde han sido hostigados frecuentemente, así como a los “militantes desconocidos de la fe en todos los lugares del planeta, de los que quizá nunca se tendrá noticia” y que también han sufrido persecuciones o daños por sus creencias.

Publicidad