Diversas iglesias católicas de la ciudad celebran hoy, durante sus eucaristías, una de las principales fiestas marianas: la maternidad divina de María, como madre de Dios y de Cristo.

Este dogma, definido por la iglesia en el Concilio de Efeso (siglo V) señala que María engendró por obra del Espíritu Santo a Jesucristo en su naturaleza humana.

El Vaticano recalca en la Constitución Dogmática Lumen gentium, según el portal de internet www.multimedios.org, que María “por su fe y su obediencia engendró en la tierra al Hijo mismo del Padre, ciertamente sin conocer varón, cubierta con la sombra del Espíritu Santo, como nueva Eva, prestando fe no adulterada por ninguna duda al mensaje de Dios, y no a la antigua serpiente”.

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Además, se plantea que la conversión de la Iglesia en madre, tomando como modelo a la Virgen.

El sitio de internet anota además un fragmento del Lumen gentium: “Contemplando su misteriosa santidad, imitando su amor y cumpliendo fielmente la voluntad del Padre, también la Iglesia se convierte en madre por la palabra de Dios acogida con fe, ya que, por la predicación y el bautismo, engendra para una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios”