Durante la entrevista que el Mandatario ofreció a radio Canela de Quito, el miércoles pasado, contó el siguiente chiste: “Se muere León Febres-Cordero y los socialcristianos hacen un cónclave para decidir dónde lo van a enterrar. Uno sugiere que lo entierren en el Malecón. Atrás, un borrachito, dice: ‘que no  lo entierren en Jerusalén’. Cuando le preguntan por qué, dice que allí le enterraron a uno hace dos mil años y resucitó al tercer día”.