Un nuevo estudio reveló que el comer muchas golosinas y patatas fritas, lo que se conoce como comida chatarra, provoca obesidad e incrementa la posibilidad de desarrollar diabetes.

Un estudio publicado esta semana en la revista médica Lancet halló que los que consumen esos alimentos frecuentemente engordan alrededor de 4,5 kilos más que aquellos que lo hacen ocasionalmente, y tienen el doble de probabilidades de desarrollar un desorden de insulina relacionado con la diabetes.

Bien es sabido que la comida chatarra tiene poca calidad nutricional, dijo el médico David Ludwig, director del programa de obesidad en el hospital de Niños de Boston y el principal autor del estudio.

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Pero son pocos los estudios que documenten los efectos en enfermedades crónicas de los occidentales: obesidad, diabetes y males cardíacos.

El equipo de Ludwig estudió a 3.000 jóvenes durante 15 años, con controles médicos y preguntas sobre dietas, actividades físicas y estilo de vida.

El doctor Rudolph Leibel, experto en obesidad de la Universidad de Columbia, dijo que aunque el estudio tiene conclusiones sólidas, es importante que no se vilipendie la comida rápida. Los restaurantes que la ofrecen, dijo, están respondiendo a las necesidades de la sociedad, a familias cuyos padres trabajan y no tienen tiempo para cocinarse.