Con el debido respeto a la Institución e Institucionalidad de la Corte Suprema de Justicia y en general de la Función Judicial, esta se ha convertido en refugio de guiñoles (con honradísimas excepciones), desde siempre, no solo ahora, que lo único que han llegado a hacer es “administrar justicia” a favor de los titiriteros quienes ostentan el poder económico y político del país, satisfaciendo ambiciones personales y  sed de venganza.

A la Función Legislativa y a la Función Ejecutiva, el pueblo ecuatoriano, aglutinado en las diferentes organizaciones sociales, gremiales y productivas, instituciones y universidades, ante el grave conflicto nacional provenido por los últimos acontecimientos que son de dominio público, requiere de ustedes las directrices y resoluciones, apegadas a la Constitución, a la ética y la moral, con un respeto estricto al ordenamiento jurídico, posibilitar un camino amplio y decoroso al momento de penosa inestabilidad institucional del país.

Dr. Eloy Izquierdo Buestán
Guayaquil