No se ha aclarado, por ejemplo, qué requisitos se exigirá a betuneros o vendedores de cigarrillos para que adquieran su Registro Único de Contribuyentes (RUC); tampoco, cómo se conseguirá que vendedores analfabetos cumplan con el requisito de llenar una nota de venta; ni, mucho menos, si se ha estimado el impacto sobre los precios de venta finales que tendrá esta medida, en circunstancias en que son decenas de miles los compatriotas que recurren al comercio informal minorista para ganarse la vida.

Lo único que se ha dicho es que en las primeras semanas del próximo mes se hará una campaña para explicar los alcances de esta resolución, y que en un primer período se utilizará un criterio flexible cuando se deba sancionar a los que incumplan con esta disposición.

Lo malo de soluciones así es que se prestan para toda suerte de arbitrariedades, ya que cada funcionario interpretará de distinto modo el grado de flexibilidad adecuado. Es mejor entonces que el SRI exponga de una vez por todas cómo debe interpretarse su resolución, evitando interpretaciones antojadizas que siempre son dañinas.