Luego de recorrer tres horas el suroeste, centro y norte de la ciudad, miembros del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, en conjunto con empleados de la Dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio, y el Ejército, decomisaron ayer cinco sacos de explosivos, entre material terminado y otros por elaborar.

El primer punto donde se encontró el producto fue en una vivienda de caña que se ubica a orillas del Estero, cerca a las calles 28 y Medardo Ángel Silva.

Ante el pedido de habitantes del lugar, los dueños de la casa donde se elaboran las camaretas echaron al agua el material que tenían listo para armar y entregarlo entre hoy y mañana, expresó el jefe del operativo, mayor Luis Eduardo Crespo.

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El recorrido para decomisar explosivos duró cerca de dos horas en la calle Seis de Marzo, desde San Martín hasta Capitán Nájera. En ese sector se decomisaron tres sacos de explosivos.

El control finalizó frente al centro comercial Albán Borja, donde se venden años viejos y juegos pirotécnicos. Allí se decomisaron cerca de diez fundas de camaretas.

Crespo aseguró que ayer no hubo detenidos, “porque nadie se responsabilizó de las camaretas o porque quienes las vendían no tenían en grandes cantidades”.

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Sostuvo que los operativos seguirán hasta mañana y que las denuncias sobre los lugares de venta o fabricación de explosivos pueden hacerse al teléfono 102.