Lejos del infierno, el fútbol de Brasil siempre se las arregla para meter golazos en arcos del paraíso: fue campeón de la Copa América y tiene a Ronaldinho como el mejor futbolista del mundo.

Su fascinante fútbol, sin embargo, sigue en una deuda que saldó su visceral enemigo argentino, que es la medalla de oro de los Juegos Olímpicos.

Argentina se alzó con esa presea por primera vez en la historia, en Atenas; además ganó el preolímpico sudamericano en Chile y su popular club Boca Juniors atrapó la Copa Sudamericana.

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En los torneos de clubes Colombia paseó su bandera de campeón en la Copa Libertadores gracias al Once Caldas y Perú lo hizo en la Recopa con Cienciano de Cusco.

En sus choques decisivos, Once Caldas y Cienciano fueron verdugos nada menos que de Boca Jr., que tuvo que contentarse semanas atrás con ganar la Copa Sudamericana al vencer 2-0 al boliviano Bolívar de La Paz.