Una menor estadounidense de 7 años demandó ayer al gigante farmacéutico Johnson and Johnson, alegando que este omitió advertir sobre una posible reacción alérgica provocada por su antiinflamatorio para niños, Motrin, que la dejó ciega.
Según la demanda presentada en Los Ángeles, Sabrina Brierton Johnson sufrió una reacción alérgica aguda conocida como el Síndrome Stevens-Johnson en el 2003 tras recibir la dosis recomendada de Motrin, un antiinflamatorio infantil de venta libre, que sus padres le suministraron cuando se quejó de que le dolía la cabeza.
La demandante y su familia afirman que Johnson and Johnson supo que Motrin podía causar este importante efecto secundario durante los ensayos clínicos del fármaco, pero omitió advertir de ello a los consumidores.
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“Johnson and Johnson tomó una decisión irresponsable y cruel cuando decidió no decirle a la opinión pública que el Síndrome Stevens-Johnson es uno de los efectos secundarios adversos de tomar Motrin para niños”, afirmó Kenneth Johnson, el padre de la niña.
El Síndrome Stevens-Johnson es una reacción alérgica infrecuente pero violenta que hace que el cuerpo arda por dentro y a menudo deja a quienes la padecen ciegos y discapacitados.
Sabrina afirma que tomó el fármaco el 8 de septiembre del 2003, fue internada al día siguiente con fiebre y una erupción severa y el 10 de septiembre de ese año quedó completamente ciega.
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No fue posible contactar un portavoz de Johnson and Johnson para obtener sus comentarios.