Jugadores de Sudamérica destacan en el balompié del Viejo Continente.
La consagración de Ronaldinho como mejor jugador del mundo en el 2004 por parte de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) fue el reflejo del dominio brasileño y latino general en Europa, con futbolistas que con su magia robaron el protagonismo a las estrellas locales.
Ronaldinho usó su talento para llevar al FC Barcelona al segundo puesto de la Liga española 2003-2004. Su brillo opacó un poco al de su ídolo Ronaldo, “pichichi” de la Liga española la última temporada, en un Real Madrid decepcionante.
El Barça cuenta también con otro artista de origen brasileño, el nacionalizado portugués Deco. El ex jugador del FC Oporto fue la figura del primer semestre del año, con su punto culminante cuando marcó un tanto en la victoria (3-0) en la final de la Liga de Campeones ante el AS Mónaco de los argentinos Hugo Ibarra y Lucas Bernardi.
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Esos albicelestes se quedaron con un gusto amargo, pero sus compatriotas Pablo Aimar y Fabián Ayala, figuras centrales del Valencia, vivieron todo lo contrario con su triple consagración en la Liga española, la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa.
En Italia, el brasileño Kaká no tardó demasiado en cautivar a los “tifosi”. El joven mediocampista del AC Milan fue elegido mejor extranjero de la Serie A en el 2004, después de ayudar al equipo de Carlo Ancelotti a llevarse el Scudetto, con otros compatriotas como el arquero Dida, el lateral Cafú y el volante Serginho.
Su rival en la pelea por el título 2004-2005 es el líder Juventus, un equipo bien plantado, con el despliegue del brasileño Emerson, el ítalo-argentino Mauro Camoranesi y el franco argentino David Trezeguet, ahora lesionado, sin olvidar los goles decisivos de los uruguayos Rubén Olivera y Marcelo Zalayeta.
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Pero la atención en los últimos meses en Italia se la robó Adriano, el delantero del Inter Milan, quien encabeza la clasificación de gran cañonero con 14 tantos en 16 fechas.
La gran revelación de la Bundesliga fue el atacante peruano del Bayern Munich Paolo Guerrero. El internacional de 20 años dio con sus anotaciones el título honorífico de otoño al conjunto bávaro, tras marcar 5 tantos decisivos en apenas 176 minutos en el campo de juego.
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El compañero perfecto en ataque es su compatriota Claudio El Conquistador Pizarro, garantía de peligro en una línea que se disputan con el paraguayo Roque Santa Cruz y el holandés Roy Makaay.
Asimismo, la firme confirmación en el Campeonato de Alemania fue el brasileño Ailton, máximo artillero y mejor jugador del torneo 2003-2004. Muchos de sus 28 tantos sirvieron al Werder Bremen para vivir lo desconocido: doblete Copa-Campeonato.
Su traspaso al Schalke 04 en el mercado de verano hizo ruido, generó dudas en un principio, pero el goleador comenzó a pagar rápido: pues anotó 8 tantos en la última mitad del certamen, dejando al conjunto donde actúan los uruguayos Darío Rodríguez y Gustavo Varela en lo alto de la tabla.
Más samba
Otro brasileño ilustre en Europa es Juninho Pernambucano, mejor jugador de la Liga francesa en el tricampeón y actual puntero Lyon, formación con base brasileña en la que destacan además Caçapa, Cris y Nilmar.
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El Arsenal hizo hablar por su invicto de 49 partidos en Liga inglesa, después de un título de Premier League con el aporte fundamental de los brasileños Edú y Gilberto Silva, quienes hoy están lesionados y por eso los londinenses perdieron la consistencia de tiempos pasados.
Ejemplos como este último saltan a la vista de los dirigentes europeos, que entienden la necesidad de inyectar valores latinos para reforzar sus equipos y pelear títulos.
Real Madrid contrató al argentino Walter Samuel para acabar con sus problemas defensivos, AS Mónaco pensó en la dupla Ernesto Chevantón-Javier Saviola para repetir su excelente primer semestre del 2004. Pero nombres sobran.
Rafael Márquez, Amaranto Perea, Juan Riquelme, Andrés D’Alessandro fueron algunos, entre muchos, que pusieron una sonrisa al fútbol europeo en el 2004.