Los estudiosos coinciden que este sector fue un asentamiento indígena de la tribu Pimocha.

Cuando baja la marea son visibles fragmentos de vasijas, lanzas y otros utensilios utilizados por antiguas tribus, sin embargo esto no causa mayor asombro en los habitantes de la parroquia Pimocha, de Babahoyo.

Esto se debe a que la presencia de restos arqueológicos se ha vuelto algo habitual. En  ocasiones, al realizar una excavación casera en la población se han encontrado vasijas con restos humanos; generalmente los pobladores vuelven a enterrar el objeto, dijo Alcibiades Onofre Castillo, morador de la zona.

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Recordó que cuando construyó su casa hace un año en cada uno de los huecos que hacía para  los puntales encontraba enormes vasijas de barro con esqueletos, pero no le daba importancia y lo que hacía era desbaratarlas y enterrarlas en el mismo sitio una vez  que fundía el pilar, pero como recuerdo tiene en la sala de su casa una de esas vasijas de casi 1,20 metros de alto.

Estudios arqueológicos revelan que Pimocha deriva su nombre de los indios Pimochas, que formaban parte del pueblo Huancavilca que habitó estas tierras. Según datos históricos, en 1605 este sector era una de las cinco parcialidades que formaban el pueblo Baba y su población la conformaban 282 indios que integraban 31 familias y que su lengua era de los colorados.

Libia Flores León, de 75 años, nacida en este lugar y que ha ejercido como profesora, afirmó que antes que rellenarán las vías con lastre  durante la época invernal cuando amanecía y escampaba por las fuertes lluvias, se podía observar partes de las vasijas en cualquier calle y que los muchachos incluso les tiraban piedra y las quebraban.

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Reiteró que en estas tierras vivieron los indios Pimochas, expertos en la pesca y la agricultura, actividad que aún mantienen los habitantes como sustento diario.

Flores destacó que la mayoría de las personas mantienen viejas costumbres, como acudir a la comadrona cuando alguien está enfermo y tomar infusiones con hierbas; también si una persona fallece en el pueblo los que asisten al velorio deben prometer hasta qué hora la acompañarán porque si no lo hace el muerto no los dejará dormir y si alguien tiene dolor de cabeza se hace sacar el sol (jalar bruscamente un manojo de cabellos).

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Huber Onofre Castro afirmó que las personas en el sector siempre han sido solidarias, “si alguien pierde a un ser querido, está detenido o  enfermo, el pueblo hace una colecta para los gastos y si  ocurre un incendio todos se unen para apagarlo”.

La mayor parte de los hombres se dedica a la pesca. El pueblo es conocido por ser el único lugar donde existe la corvina de agua dulce en gran cantidad, por lo que llegan pescadores de otros lugares a comprarla para expenderla en otras ciudades del país.

ARQUEOLOGÍA

HISTORIA
Pimocha pertenece al cantón Babahoyo y se parroquializó el 23 de junio de 1824. Está situada en la cuenca baja del río Guayas, subcuenca del río Babahoyo; tiene una extensión de 247 kilómetros cuadrados, su población es de 17.451 habitantes y está integrado por 60 recintos.

RESTOS
Durante los últimos años se han encontrado restos de vasijas, utensilios, armas, coronas, narigueras y figuras de barro. En la playa de la hacienda San Antonio, cuando baja la marea, se pueden observar objetos de los indígenas.

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DEPENDENCIAS
Pimocha tiene oficina de Registro Civil, Destacamento de Policía, Cuerpo de Bomberos, sistema de agua, calles pavimentadas y lastradas , Tenencia Política, colegios y  escuelas fiscales. El patrono del lugar es San Juan Bautista.