De turista holandés solo se halló un sombrero
Hace dos meses y medio, el turista holandés Friedrich Postma alquiló una camioneta para dirigirse a El Chato.
Tenía información del cerro Dragón y afirmó que deseaba localizar iguanas terrestres. No regreso.

A los tres días, personal del hotel Galápagos, donde se alojaba, denunció el caso a la Policía. “Fueron diez días de rastreo y nada”, dice el mayor Pablo Aguirre, jefe de la Policía rural de Galápagos. Unos cazadores hallaron el sombrero.

Una semana después llegó a la isla el agente holandés Harry Van Harren. Coordinó la búsqueda y, por pedido de una aseguradora, gestionó el ingreso de un grupo especial de búsqueda, con una decena de perros. El Parque Nacional Galápagos exigió tantos requisitos para autorizar y todo quedó para enero próximo.

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De Postma, al igual que de Mario Montero, solo quedan unas volantes donde se pide informes sobre el paradero.

Comando israelita hallado a los seis meses
Un letrero de madera, en la entrada a El Chato, tiene inscrita esta leyenda: En memoria de Guy Nachmani, que con solo 23 años desapareció en esta isla, reserva de tortugas, el 9 de julio de 1991. Su familia, amigos, 17 de noviembre de 1991.

Guy, teniente de blindados del Ejército israelí, era experto en supervivencia. Sus conocimientos no le sirvieron en Santa Cruz. La búsqueda duró más de tres meses, motivada por los $ 7.500 que ofrecía como recompensa su padre, David, coronel israelita y jefe del aeropuerto de Tel Aviv.

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A los seis meses, tres pescadores hallaron el cuerpo casualmente, en una playa al noreste de Puerto Ayora y se ganaron la recompensa. Estaba boca abajo, en una poza de agua salada, a cien metros del mar. La mitad del cuerpo, expuesta al sol, estaba seca. Un informe de médicos israelitas detalló que murió de hipotermia (baja temperatura corporal).

Pese a que son unos quince los desaparecidos desde 1991 en la isla Santa Cruz, no existe una entidad que lleve un registro oficial. Muchos de estos casos solo los conoce la población.

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Hace ocho años se extravió el norteamericano David Hogan, en una zona comprendida entre El Chato y la vía Puerto Ayora-Canal de Itabaca. Cazadores lo encontraron once días después.

Un turista suizo
quedó atrapado en los matorrales, hace catorce años, en el sector de El Chato. Se lo halló a los cuatro días. En 1986 se perdió en la misma zona un sacerdote noruego. Gilberto Ramón, campesino del lugar lo halló una medianoche.

Los residentes también recuerdan que los restos de un colono de apellido Villacís, desaparecido, se hallaron a los ocho años. Otras siete personas fueron localizadas agonizantes hasta diez días más tarde.