René Alarcón, la muralla del tenis de mesa

“El microtenis ha evolucionado mucho. Antes nos importaba más la elegancia que la velocidad y la fuerza.
Con el tiempo han cambiado muchas cosas, no solo en este deporte”, explica René La Muralla Alarcón, ex microtenista que representó a Guayas y Ecuador en torneos internacionales.

Alarcón comenzó a jugar tenis de mesa a los 9 años en la escuela Berthrem, que era de profesores estadounidenses y estaba en su natal Quito, donde habitó hasta 1951.

En su escuela fue campeón consecutivo por seis años. “En ese tiempo no había muchos torneos de microtenis, solo los que organizaban los colegios y barrios. Pero en 1953, Diario EL UNIVERSO, a través del periodista Carlos Chérrez Gómez organizó el torneo de novatos, en el que fui campeón cinco años seguidos (1953-1958)”, dice Alarcón.

Practicó fútbol, natación, básquet, voleibol, levantamiento de pesas, gimnasia y equitación. “Preferí dedicarme al deporte a deambular por las calles. Al final me decidí por el tenis de mesa porque no permite contacto con el adversario y nunca me gustó discutir”, indica el quiteño de 71 años (5 de octubre de 1933).

La Muralla, como se lo conocía por su juego defensivo, señala que sus adversarios siempre tomaban la iniciativa atacando, mientras que  él casi siempre demostraba superioridad técnica.

Cuando llegó a Guayaquil (1951) estudió en el colegio Andrés Mateus. En 1953 obtuvo un reconocimiento como el jugador más técnico del torneo de novatos, a pesar de quedar en segundo puesto en la primera categoría individual.

Fue seleccionado de Guayas entre 1956 y 1958. Integró la selección  nacional que ganó el sudamericano de microtenis en Barranquilla, Colombia, en 1959. “Recuerdo claramente que mis compañeros fueron Betty Lecar, Elena de la Puerta, Gerardo Briceño, Ricardo Cabrera, Pedro Arzube y Jaime Muñoz. Todos éramos de Guayas”, dice Alarcón.

“Colombia era favorita, pero fuimos superiores porque nuestra juventud se impuso a la experiencia. Si ahora juego contra un joven, me gana. Tengo experiencia pero poca agilidad”, sostiene Alarcón.

“El mayor logro que tuve fueron los amigos que encontré a través del deporte. Con ellos entrenaba tres horas al día y casi siempre andábamos juntos. Eso nos ayudó porque nos conocíamos bien y juntos fuimos campeones en varios certámenes. Hasta que nos llegó la vejez, que es un factor importante en la vida, pero al deportista le resta ánimo”, explica La Muralla Alarcón.

Fue seleccionado ecuatoriano, como suplente, para acudir al mundial de tenis de mesa realizado en Dortmund (Alemania) en  1959.

En 1967 se alejó de la práctica del deporte, debido a que sufrió un accidente automovilístico. Fue necesario que lo operaran “en la espalda, a la altura de la nuca. Al médico que me intervino se le corrió el bisturí y me cortó un tendón del brazo derecho. Eso me restó reacción en el brazo. Desde ahí jamás volví a coger una raqueta para jugar”, explica.

Alarcón se graduó de Economista en la Universidad de Guayaquil, en 1967. En 1979 obtuvo el título de Contador Público y en 1989 se graduó de Ingeniero Comercial. Lleva 44 años de casado con Enma García, con quien tiene cinco hijos: Lorena (43), Marlon (42), Priscila (41), Grace (37) y Fabián (35).

“Antes se apoyaba mucho al microtenis, ahora se lo hace muy poco. Quienes fueron  gloria de este deporte deberían ser entrenadores, sería un buen comienzo” para que resurja esta disciplina, finaliza René Alarcón.