El alemán ganó en el 2004 su séptima corona mundial.

Algún día el piloto alemán Michael Schumacher será historia y el increíble reinado de Ferrari en la Fórmula Uno habrá terminado, pero si hay que guiarse por lo que ocurrió en esta temporada, eso todavía está muy lejos de acontecer.

Ferrari estuvo a kilómetros de distancia del resto de las escuderías en el 2004 y la preocupación es que el mayor de los hermanos Schumacher, que en enero cumplirá 36 años, podría ser campeón del mundo ocho o nueve veces antes de su retiro.

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Vencedor en trece de las 18 carreras, el mundial más largo de la historia, Schumacher no ha dado la más mínima oportunidad a sus rivales, ni a su compañero de equipo, el brasileño Rubens Barrichello, que se impuso en dos.

El italiano Jarno Trulli fue el primero en terminar con la racha de victorias de Michael Schumacher al imponerse en el Gran Premio de Mónaco.

Pero ni con Trulli, Raikkonen y el colombiano Juan Pablo Montoya ganando carreras para Renault, McLaren y Williams, respectivamente, nunca hubo un desafío real para Ferrari.

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Pero el éxito de Ferrari ha sido el triunfo de los neumáticos Bridgestone, producto de miles de kilómetros de ensayos costeados por la casa japonesa, que tan solo no han funcionado bien con la pista muy fría, como sucedió en Bélgica y Brasil, donde las victorias fueron para el finlandés Kimi Raikkonen y para el colombiano Juan Pablo Montoya.

La revelación
Fernando Alonso se confirmó esta temporada entre los grandes, al ascender dos puestos en la clasificación del mundial al terminar cuarto.

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El español fue sin duda el gran protagonista en las salidas, con algunas memorables como la del Gran Premio de Estados Unidos en el circuito de Indianápolis. No tuvo suerte en carreras como Canadá, en la que abandonó por avería cuando estaba en posición de lograr la victoria, o en Estados Unidos, donde un pinchazo lo privó de subir al podio.

Ralf Schumacher sufrió el accidente más grave del 2004 en Indianápolis, que lo mantuvo seis carreras fuera de las pistas. Su puesto fue ocupado por el español Marc Gené en Francia y Gran Bretaña, en los que no pudo sumar puntos para su equipo y fue el brasileño Antonio Pizzonia quien lo sustituyó en cuatro pruebas.

Después de un año ausente de las pistas regresaba a la competición el canadiense Jacques Villeneuve para sustituir a Trulli en Renault, pero acusó demasiado la inactividad y fue incapaz de sumar un punto en las tres pruebas que disputó.