La novelista Yasmine Allas no cree en los finales felices.
 
Eso es extraño, tomando en cuenta que ella alcanzó el éxito a pesar de la adversidad. Hija de un acaudalado oficial del ejército, huyó cuando adolescente de su represiva niñez en Somalia, donde había soñado con convertirse en actriz, salir con hombres, beber vino y vivir la vida que veía en las películas.
 
Ahora en Holanda, habiéndose granjeado una audiencia para sus desoladoras historias de mujeres oprimidas e inmigrantes fracasados, siente que aún no puede dejar el miedo atrás.
 
A partir del reciente asesinato del cineasta Theo van Gogh en Amsterdam, dos prominentes mujeres musulmanas, Ayaan Hirsi Alí en Holanda y Mimount Bousakla en Bélgica, ambas activas en la política, han recibido amenazas de muerte por haber expresado públicamente su desacuerdo con la represión en el islam.
 
Allas, de 35 años, forma parte de un creciente grupo de mujeres jóvenes de antecedentes musulmanes que están teniendo éxito en la política, las artes, los medios de comunicación o el derecho europeos, y en algunos casos se están colocando a la vanguardia del combate contra dos enemigos, los extremistas islámicos y los grupos marginales de la ultraderecha europea.
 
Desde una periodista de televisión en Italia hasta una comediante destacada en Noruega, estas mujeres se están expresando con voces que nunca habrían sido escuchadas si ellas hubieran permanecido en sus países nativos.
 
En Somalia, dice Allas,   si eres niña, siempre temes a tus padres, a tus hermanos mayores, a tus vecinos. Siempre es el hombre... siempre es miedo, miedo, miedo.
 
Ahora su hermana dice que teme criar a sus hijos pequeños en Holanda debido al caldeado ambiente contrario a los inmigrantes. Sus dos hermanos se han ido del país.
 
Cuando llegué a Holanda, para mí fue  Qué maravilla!  Qué libertad!  Qué país! Fue amor a primera vista, recuerda.   Pero ya no es igual.
 
Nusrat Chagtai, abogada musulmana de origen paquistaní y especializada en derechos humanos, reconoce que   somos muy afortunadas de tener mucho más libertad. Ella trabaja en Birmingham, Inglaterra.
 
Sin embargo, el tener un puesto destacado no llega sin riesgos.
 
A Fatima Elatik, alcaldesa adjunta del municipio Zeeburg de Amsterdam, con abundante población de inmigrantes, se le asignaron guardaespaldas cuando recibió amenazas de muerte de un extremista holandés de la ultraderecha después del homicidio de Van Gogh.
 
Desde los ataques del 11 de septiembre del 2001, en nuestra sociedad ha habido muchas críticas a los musulmanes y al islam que realmente han sido muy atemorizadoras, dijo Elatik, de 31 años.
 
Con frecuencia trata a inmigrantes jóvenes, hombres y mujeres que quieren ser holandeses pero se sienten extranjeros. Aunque porta un velo en la cabeza, se considera una holandesa moderna y liberal.
 
Qué es típicamente holandés? No parezco holandesa ni tengo un apellido oriundo del país. Pero uso ropa de Holanda. Hasta mi velo lo compro en las tiendas de aquí.  Qué más quieren?
 
En otras partes de Europa, algunas mujeres enfrentan el choque cultural en formas poco usuales.
 
En Noruega, Shabana Rehman, oriunda de Pakistán_ usa el sentido del humor. Activista por los derechos de las mujeres y comediante profesional, elabora historias sobre los tabúes del islam y los conflictos culturales, las cuales narra en un noruego subido de tono y con términos de la jerga común.
 
Subo al escenario con textos tomados de mi vida diaria. En forma abierta, y con algo de asombro, comparto con el público cómo percibo las expectativas sexuales y culturales, afirma en su sitio en la internet.
 
En abril, Rehman provocó un revuelo durante un debate televisado sobre el islam al que asistió el mulá Krekar, fundador del presunto grupo terrorista Ansar al-Islam, que vive en Noruega como refugiado.
 
Rehman le pidió a Krekar que le permitiera efectuar   una pequeña prueba sobre el escenario para ver si él era un fundamentalista. Lo agarró de las caderas y lo levantó.
 
Un hombre que permite que una mujer lo cargue no puede ser un fundamentalista, dijo Rehman ante las carcajadas del público. Krekar se puso furioso y amenazó con demandarla.
 
En Italia, Rula Jebreal, de 31 años y ascendencia palestina, conduce el noticiero nocturno en la televisora LA7, de difusión nacional. Considera las libertades occidentales como   absolutamente compatibles con la religión musulmana.
 
También desaprueba la guerra en Irak, a la que Italia contribuyó con soldados. Cuando critiqué la guerra recibí mensajes con insultos y amenazas, dijo.
 
El sospechoso de haber matado a Van Gogh el 2 de noviembre, Mohamed Bouyeri, de 26 años, escribió una carta de cinco páginas prometiendo que   el islam festejará la victoria con la sangre de los mártires, y presuntamente la dejó clavada en el pecho del cineasta.
 
La misiva amenazaba a Hirsi Alí, de 35 años, una política holandesa nacida en Somalia, la cual colaboró con Van Gogh en una película que denuncia el maltrato que reciben las mujeres musulmanas.
 
Desde el asesinato del director de cine, en Holanda han sido provocados unos 20 incendios en mezquitas o en escuelas musulmanas, seguidos por ataques a iglesias, aparentemente en represalia.
 
Durante años, la animosidad hacia los inmigrantes fue   fuertemente reprimida por gobiernos holandeses atormentados por los recuerdos del Holocausto, cuando el 70% de los judíos del país fue masacrado por los nazis, dijo Meindert Fennema, profesor de teoría política y relaciones étnicas en la Universidad de Amsterdam.
 
Sin embargo, esos sentimientos (contrarios a los inmigrantes) siempre existieron, agregó.