Más de 11.300 personas murieron este domingo en Asia después que un poderoso terremoto provocó una serie de gigantescas olas que sumergieron poblados enteros de Sri Lanka, Indonesia e India y también azotaron otros tres países.
 
Hasta el momento las autoridades han informado de 4.500 muertos en Sri Lanka, de 4.185 muertos en Indonesia, de más de 2.300 muertos en la India, de 289 fallecidos en Tailandia, y de 42 muertos en Malasia. Hay también millares de desaparecidos y más de un millón de afectados por marejadas e inundaciones.
 
El número de fallecimientos a causa del terremoto más poderoso en cuatro décadas se incrementó constantemente a lo largo del domingo, a medida que las autoridades contaban cadáveres que colgaban de los árboles o yacían en las playas. Entre los muertos había turistas extranjeros, miles de personas estaban desaparecidas y miles más huyeron de las costas en busca de terreno alto.
 
La más afectada fue Sri Lanka, una isla nación ubicada a unos 1.600 kilómetros al oeste del epicentro. El número de muertos se elevó a 4.500, según la policía y rebeldes del grupo Tigres Tamil, y había un millón de personas desplazadas. El gobierno de Sri Lanka declaró la situación como un desastre nacional.
 
El terremoto de 8,9 grados de magnitud _el más intenso desde uno de 9,2 grados en Alaska en 1964_ azotó las costas occidentales de la isla de Sumatra, en Indonesia, a unos 1.620 kilómetros al noroeste de la capital Yakarta, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
 
Se produjo a unos 10 kilómetros de profundidad, y le siguieron al menos media docena de poderosas réplicas, de entre seis y 7,3 grados.
 
Los pueblos en la provincia Aceh de Sumatra, la región más cercana al epicentro, fueron sepultados por las olas. El Ministerio de Salud dijo que al menos 4.185 personas murieron, y cientos más estaban desaparecidas.
 
El terremoto ocurrió en un sitio donde varias placas geológicas enormes se presionan entre sí. El Servicio Geológico dijo que una sección de 1.000 kilómetros a lo largo del borde de las placas se movió, lo cual desató el desplazamiento de un volumen enorme de agua.
 
Las oscilaciones provocaron olas de hasta seis metros de altura que se estrellaron en las costas de seis países, arrasando con turistas, pescadores, hoteles, casas y automóviles.
 
De repente llegó esta ola enorme, recorriendo la playa, destruyendo todo a su paso, dijo Simon Clark, de 29 años, fotógrafo londinense de vacaciones en la isla Ngai de Tailandia.   La gente que practicaba el buceo cerca de la superficie fue arrastrada a lo largo de los arrecifes de coral y arrojada a la playa, y los que se asoleaban se los llevó el mar.
 
Un centro gubernamental para la atención de desastres dijo que 289 personas, incluyendo varios turistas occidentales, murieron, y más de 3.600 quedaron heridas en sitios turísticos del sur de Tailandia.
 
Al principio pensamos que era un ataque terrorista, y luego llegó la ola y simplemente seguíamos subiendo escaleras para alcanzar el terreno más alto que podíamos, dijo Gerrard Donnelly, otro turista británico que se hospeda en Phuket, Tailandia, al noticiero Sky News.