La reina Isabel II de Inglaterra pidió ayer, en su tradicional mensaje de Navidad, mayor tolerancia y entendimiento entre las culturas y religiones que conviven en el Reino Unido. “Es vital que todos participemos y cooperemos por el bien de toda la sociedad”, afirmó.

La monarca participó junto con su familia en la misa del día de Navidad, oficiada en la iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham (Reino Unido). En su discurso televisado a toda la nación, Isabel II dijo que la religión y la cultura aparecen actualmente en las noticias más como “fuentes de diferencia y conflicto” que como puntos de encuentro entre las personas.

“Y la ironía es que cada religión tiene algo que decir sobre la tolerancia y el respeto a los otros”, indicó la monarca, en un discurso que se alternó con imágenes de sus visitas oficiales a un centro islámico y a un templo sij.

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Para la reina, que a sus 78 años leyó el mensaje de pie, vestida con un traje morado y flanqueada por un árbol navideño, la diversidad significa “fuerza y no amenaza”.

Isabel II advirtió también de que el “progreso en nuestra sociedad de diferentes culturas y patrimonios puede verse amenazada por acciones de extremistas”, por lo que instó a los ciudadanos a “no ser complacientes”.

“Creo que la tolerancia y el juego limpio siguen siendo valores británicos fuertes y tenemos tanto que construir para el futuro”, declaró la monarca.

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El discurso, que duró unos diez minutos y concluyó con un villancico popular, se emitió después de que la reina enviara otro mensaje de radio a los casi 10.000 soldados del Reino Unido desplegados en Iraq, para infundirles ánimo.