En su mensaje de Navidad, el papa Juan Pablo II compartió sus temores sobre Iraq y Sudán, y expresó sus esperanzas de que los esfuerzos por alcanzar la paz conduzcan al mundo a un futuro más tranquilo.

El Pontífice saludó a miles de romanos, turistas y peregrinos que acudieron al mediodía a la Plaza de San Pedro para escuchar su tradicional mensaje   Urbi et Orbi (Para la ciudad y el mundo) y sus deseos de felices fiestas en decenas de lenguas.

El Papa pronunció sus deseos de paz y felices fiestas en 62 idiomas, entre ellos el español.

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“Niño de Belén, profeta de paz, alienta las iniciativas de diálogo y de reconciliación, apoya los esfuerzos de paz que aunque tímidos, pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente por un presente y un futuro más sereno para tantos hermanos y hermanas nuestros en el mundo”, manifestó el Papa, pronunciando lentamente cada palabra y haciendo varias pausas para recuperar la respiración.